El PRD en el Distrito Federal y sus responsabilidades
Los resultados positivos y alentadores del Movimiento de Resistencia Civil contra el desafuero del jefe de Gobierno del Distrito Federal han abierto una perspectiva de renovada esperanza para el futuro del PRD y sus posibilidades de triunfo. Sin embargo, el éxito que pueda tener el partido hacia delante dependerá de muchos factores, entre otros, de la sistematización de sus prioridades y de un trabajo planificado. La victoria en 2006 no caerá del cielo ni se dará de manera espontánea.
Tenemos que observar la siguiente cronología: apoyo a la campaña de Yeidckol Polevnsky en el estado de México; elección de consejos delegacionales y comités de base; designación del jefe de Gobierno sustituto; quinto Informe del Gobierno del Distrito Federal; elección del candidato del PRD a la Presidencia de la República; elecciones vecinales y del candidato a jefe de Gobierno del Distrito Federal; elección de candidatos a jefes delegacionales, diputados locales y diputados federales uninominales de la ciudad de México. Esto significa un plan de trabajo que abarque de mayo de 2005 a julio de 2006.
A lo largo de este periodo se tienen que consolidar cambios en el partido. Es necesario acordar en el consejo estatal una línea legislativa precisa que ubique prioridades y propósitos claros, que permitan reforzar los cambios en la ciudad y fortalecer la presencia pública del partido. También es necesario articular un conjunto de comisiones de trabajo que ayuden a abrir el partido a diversos sectores de la sociedad, especialmente las comisiones de asuntos sindicales, asuntos indígenas, diversidad sexual, atención a organizaciones populares, cultura, alianzas con organizaciones civiles y políticas. Tenemos que consolidar la presencia del PRD en diversos sectores de la sociedad a través de las conferencias de jóvenes, mujeres, y otros sectores del partido. Con el mismo objetivo se deben crear diversos comités por actividad en ramas de trabajadores en las que existe fuerte presencia perredista, como electricistas, transportistas, trabajadores del Seguro Social, maestros, entre otras. Asimismo es importante crear el Instituto de Formación Política. De igual manera tiene que transformarse nuestro órgano partidario de difusión, La Fuerza del Sol, en un espacio más formativo, más fresco, más abierto al debate, más imaginativo.
Una vez que Andrés Manuel López Obrador se separe del cargo para buscar la candidatura a la Presidencia de la República, debe darse atención a la designación del jefe de Gobierno sustituto por parte de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, respaldando una sola propuesta de los legisladores perredistas, garantizando cohesión, continuidad y estabilidad.
En cuanto a las elecciones internas que afrontará el partido en los próximos meses debemos considerar lo siguiente. Por un lado, en la elección del 31 de julio sería muy conveniente que además de elegir los consejos y comités delegacionales elijamos a los comités de base. Así evitaríamos tener una elección interna más y aprovecharíamos la elección del 31 de julio para levantar la estructura del partido en las más de mil 300 unidades territoriales. Este debe ser el eje inicial y básico de la política de organización del partido. No podemos depender de las organizaciones sociales ni de estructuras de gobierno para suplir las deficiencias orgánicas del partido. Por otro lado, en el caso de la elección del candidato a la Presidencia de la República lo importante es generar una gran movilización ciudadana y social de millones de electores. Lo ideal sería lograr una casilla por sección electoral y aportar desde el Distrito Federal un número de votantes muy similar al de la votación lograda por el PRD en las elecciones constitucionales del Distrito Federal.
En el caso de la elección a jefe de Gobierno sería pertinente ubicar una fecha parecida a la de hace seis años, es decir, hacia noviembre, con las características de elección universal, directa y secreta abierta a toda la ciudadanía que tendrá la elección del candidato a la Presidencia de la República.
Mirando aún más hacia delante, no deben descartarse otros métodos de selección, para que junto a los procesos de elección interna por voto directo podamos tener mecanismos de acuerdo político en otro tipo de candidaturas.
Para atender el conjunto de necesidades estratégicas es indispensable el Plan de Austeridad, que no es para no gastar, sino para gastar mejor. El objetivo es reducir el gasto de la nómina del personal político y destinar mayores recursos a infraestructura, como sala de prensa, los tres locales delegacionales que faltan; Fondo para Campañas, Fondo para Mitigación de Multas, Formación Política, eventos especiales, propaganda y difusión, entre otros. En ese sentido la primera medida es la reducción de los salarios de todos los miembros del comité ejecutivo, mesa directiva del consejo, integrantes de órganos autónomos, en 7 por ciento, y disminución en 33 por ciento de la nómina política. A estas medidas se sumarán otras para ahorrar en gasto de teléfonos celulares y otro tipo de servicios. Junto al Plan de Austeridad, la otra gran tarea que tiene el área de Finanzas es lograr el cobro regular de las cuotas de los varios miles de afiliados del partido que son funcionarios en el gobierno central y en los gobiernos delegacionales.
Es muy importante la discusión del Programa del Partido para la Ciudad, mismo que significa intenso trabajo intelectual de elaboración, la convocatoria a diversos sectores de la sociedad para obtener sus aportaciones programáticas, y la realización de una conferencia de Programa del Partido en el Distrito Federal. Al mismo tiempo el partido debe seguir construyendo un abanico amplio de alianzas. Teniendo un programa preciso, claro, firme, con especial acento en la cuestión social, podremos construir alianzas políticas, sociales, culturales amplias. Eso significa concretar acuerdos con fuerzas políticas, como el PT y Convergencia, pero también con dirigentes sindicales, grupos empresariales, comunidades intelectuales y académicas, o con comunidades más específicas como los masones, la comunidad judía y otras.