Visita relámpago de diplomáticos y periodistas a Andizhán
Investigar represión uzbeka, piden ONU, Washington, Londres y UE
Andizhan, 18 de mayo. El régimen del presidente uzbeko Islam Karimov organizó hoy una visita relámpago a Andizhán para diplomáticos y periodistas extranjeros, mientras Estados Unidos (considera a Uzbekistán aliado en la lucha contra el terrorismo), Gran Bretaña, la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea pidieron una investigación sobre la represión de la semana pasada en esa ciudad contra una manifestación antigubernamental.
La oposición y grupos humanitarios dan un balance de hasta 745 muertos, pero fuentes oficiales lo cifran en 169. El gobierno ha culpado a rebeldes musulmanes por las muertes, pero los testigos dijeron que las fuerzas de seguridad dispararon contra la muchedumbre frente a la escuela número 15, en la avenida Cholpon.
"Escríbanlo en sus artículos, que ellos nunca nos llevaron a la escuela", gritó un diplomático a los reporteros desde un autobús que llevaba a los corresponsales extranjeros de vuelta al aeropuerto.
Treinta y seis diplomáticos, entre ellos los embajadores de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, y una treintena de periodistas participaron en la visita relámpago.
Fuerzas especiales escoltaban a los visitantes, mientras recorrían la ciudad desierta, donde las casas de té y las tiendas, habitualmente animadas, estaban vacías.
El recorrido de más de dos horas fue dirigido por el ministro del Interior, Zakirdzhon Almatov, quien insistió en que fueron los rebeldes los responsables de las muertes, y que de los 169 muertos la mayoría son "bandidos" que han matado civiles. "Ya hemos capturado a unos cien bandidos. Algunos de ellos ya están confesando", agregó.
Los disturbios estallaron con el juicio de 23 empresarios quienes, según el gobierno, son extremistas islámicos.
Varios testigos, entre ellos periodistas en el lugar, indicaron el viernes pasado que los soldados, con orden de dispersar una manifestación de la oposición que reunía miles de personas, dispararon a mansalva.
Andizhán se encuentra ahora tomada por las tropas del régimen. "La situación es peligrosa y no podemos garantizar vuestra seguridad", advierten los soldados a los periodistas extranjeros.
Mientras, miles de uzbekos continúan huyendo hacia la frontera con Kirguistán, que según fuentes rusas clausuraría un puente fronterizo en las próximas horas para detener la avalancha de refugiados.
El régimen del presidente Karimov fue criticado por la comunidad internacional, inclusive por Washington, que lo considera aliado clave en la región ya que le permite usar bases militares desde 2001.
El ministro británico de Relaciones Exteriores, Jack Straw; la comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero Walder, y la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Louise Arbour, pidieron una investigación internacional independiente del episodio.
Estados Unidos se mostró un poco más tibio, al pedir el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, una investigación "creíble y transparente de los hechos".
En Moscú, la principal organización rusa de defensa de los derechos humanos, Memorial, advirtió que no solamente la represión en Uzbekistán era "inaceptable ", sino que representaba "la amenaza de una desestabilización del conjunto de la región" de Asia central.
Memorial pidió también en un comunicado que "Rusia y Estados Unidos cesen sus muestras de complacencia hacia el régimen de Karimov".
"Uzbekistán mantiene más de 6 mil prisioneros políticos; la actividad económica independiente ha sido aplastada; la práctica religiosa está severamente restringida; no hay prensa libre y la red Internet está censurada", sostiene un editorial del diario británico The Guardian sobre la alianza de Estados Unidos con Uzbekistán, que además está entre los más grandes productores del gas del mundo.
Agrega: "El 26 de diciembre, cuando el mundo se maravillaba por la revolución naranja en Ucrania, Karimov celebró una elección que no era muy parecida: prohibió a todos los partidos de oposición. Pero, hey, ¿qué es una pequeña violación a los derechos humanos entre amigos?"