Klaus Toepfer*

Día Internacional de la Diversidad Biológica

El Día Internacional de las Naciones Unidas para la Diversidad Biológica, 19 de mayo, es siempre un suceso importante, pero este año toma nuevo significado, nueva importancia y nueva urgencia.

En cuestión de pocos meses, jefes de Estado se reunirán en Nueva York para debatir la reforma de las Naciones Unidas y para empaparse de los objetivos de desarrollo del milenio.

Los objetivos cubren todo: desde la erradicación de la pobreza, el suministro de agua segura para beber y en cantidades suficientes, hasta la potenciación del papel de la mujer y el freno a la expansión de enfermedades.

En 2000 se fijó el año 2015 como fecha para que el mundo alcance estos importantes objetivos. En esta búsqueda, el medio ambiente y los ecosistemas del planeta están emergiendo como uno de los pilares centrales sobre los cuales los objetivos pueden erigirse o caer.

"En una libertad más amplia -comenta el reporte del secretario general a la reunión cumbre- dependemos fundamentalmente de los sistemas y recursos naturales para nuestra existencia y desarrollo". Agrega que "nuestros esfuerzos para vencer a la pobreza y buscar un desarrollo sostenible serán en vano si la degradación del medio ambiente y la disminución de los recursos naturales sigue sin atenuarse."

Esta conclusión se subraya en los reportes del Proyecto Milenio de las Naciones Unidas, en el cual laboran fuerzas de trabajo expertas, las cuales han presentado mapas de ruta para alcanzar los objetivos.

El número uno en el Objetivo 7, denominado "Asegurar la Sostenibilidad del Medio Ambiente", señala que el medio ambiente es el listón rojo alrededor de los otros.

¿Y en qué condiciones se encuentra este listón? ¿Es brillante y fuerte? Tristemente, no. El listón está descolorido y deshilachado.

Esto se hace claro en la Evaluación del ecosistema del milenio y la series de reportes que emergen de este esfuerzo desalentador, otro reporte importante, que también se lanza hoy.

Este nuevo estudio, titulado Ecosistemas y bienestar humano, advierte que los bancos de peces han bajado en 90 por ciento desde los albores de la pesca industrializada. Agrega que una tercera parte de todos los anfibios, más de una quinta parte de los mamíferos y un cuarto de las coníferas, están amenazados de extinción.

El reporte, que es la producción de más de mil 300 científicos de más de 90 países, también subraya que, en lugar de poner freno, el mundo sigue escogiendo meter el acelerador, poniéndonos a todos en una ruta de colisión hacia un destino desolador.

El estudio revela que los cambios en la biodiversidad, como resultado de las actividades humanas, fueron más rápidos en los pasados 50 años que en cualquier otra época de la historia humana.

La Evaluación del ecosistema del milenio, lanzada en marzo, declara, además, que 60 por ciento de los ecosistemas del mundo que soportan toda la vida en la Tierra están ahora degradados o en camino de serlo.

Si estos pantanos, bosques, ríos y bancos de coral fueran fábricas, galerías de arte, universidades y cosas por el estilo, sería considerado como vandalismo puro o incendios provocados el dañarlas de la manera que lo hacemos.

Nuestra manera descuidada de hacer las cosas va más allá. Es también un suicidio económico. La evaluación menciona que, por ejemplo, una hectárea intacta de manglares en un país como Tailandia vale más de mil dólares, pero convertidas a tierra de cosecha, el valor cae a un estimado de sólo 200 dólares por hectárea. Asimismo, se han hecho cálculos económicos similares para pantanos y otros ecosistemas.

El valor económico y salvador de vidas de ecosistemas intactos y saludables también fue subrayado después del tsunami del océano Indico el año pasado. Entonces, los ecosistemas no son solamente belleza y fuente de bienestar espiritual, sino, como señala este último reporte, bienestar humano.

Esto es especialmente relevante para los más pobres, quienes dependen de ellos para su modo de vida, para sus medicinas naturales, para comida y para una variedad de materiales importantes.

La Evaluación del ecosistema del milenio, al que ha contribuido el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el Centro de Monitoreo de la Conservación del Mundo, del PNUMA; la Convención de Diversidad Biológica y otras convenciones biorrelacionadas, es un trabajo en progreso.

Necesitamos más entendimiento de los impactos y consecuencias de nuestras acciones en los sistemas de apoyo de vida de la Tierra. También sabemos que no podemos esperar a cada última gota de conocimiento y cada último rastro de evidencia.

No sé si vamos a hacer realidad las metas de los Objetivos de desarrollo del milenio, y de la Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible, de revertir la tasa de pérdida de biodiversidad para el año 2010.

Confrontados con la pregunta del calentamiento global, el PNUMA y la Organización Meteorológica Mundial establecieron el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático en 1988, el cual se ha convertido en un puente vital entre las comunidades científicas y políticas, conduciendo a una acción concreta sobre ésta, que es la más prototípica de las amenazas globales.

Creo que el tiempo ha llegado; es más, ya está rebasado, para una acción similar con respecto a la biodiversidad. Necesitamos actuar a nivel superior. Necesitamos ocuparnos de esto con una nueva urgencia política. Necesitamos algo como un Panel Intergubernamental sobre la Biodiversidad y el Cambio del Ecosistema.

La escala del problema es tan enorme, la tasa de pérdida tan rápida y los riesgos a los humanos tan manifiestos, que no deberíamos considerar nada menos.

* Mensaje de Klaus Toepfer, director ejecutivo del Programa del Medio Ambiente de las Naciones Unidas (PNUMA), en ocasión del Día Internacional de las Naciones Unidas para la Diversidad Biológica. Este día también marca el lanzamiento de la Evaluación del ecosistema del milenio. Ecosistemas y bienestar humano: el reporte de síntesis de la biodiversidad.