LA VIDA (BREVE) EN SAN LAZARO
Inmovilizados
AQUI EN SAN LAZARO se vive la calma chicha después de la tormenta. Aunque quedan 15 meses para que la 59 Legislatura oficialmente termine sus trabajos (lo que incluye dos periodos legislativos completos), me temo que esta vez no puedo ser optimista.
SI LOS GRUPOS parlamentarios y el gobierno federal tuvieran la grandeza y el patriotismo que serían de esperarse, aún podrían empujar reformas trascendentales y darle un sentido histórico a nuestro trabajo. Hay que reconocer que esta legislatura no fue enteramente anodina y que se apuntó algunas realizaciones importantes, sobre todo en la revisión, aprobación y modificación del presupuesto. Pero también deja negras manchas, como la aprobación de una reforma al artículo 122 constitucional, no para mejorar la estructura jurídico-política del DF, sino para golpear sus finanzas y a un competidor por la Presidencia. No toda la Cámara, pero por lo menos 360 diputados, van a pasar al salón de la ignominia legislativa por el frustrado desafuero de AMLO.
SERIAN NECESARIAS VARIAS reformas. La más urgente es la que implica establecer nuevas normas financieras a las elecciones. El despilfarro en la campaña del estado de México nos advierte lo que podría ser la campaña de 2006. También es necesario definir el derecho de voto de los mexicanos en el extranjero.
SERIA INTERESANTE DEJAR como legado la autonomía de la Procuraduría General de la República. Lo ha propuesto el Presidente como un propósito de enmienda por la forma facciosa con que se utilizó a este instrumento. ¿Será posible concretarlas?
HAY ALGUNAS REFORMAS que simplemente no pueden pasar. En lo general, todas las que no tengan consenso de los tres principales partidos y, en lo particular, las llamadas estructurales, que permitirían una progresiva desnacionalización de Pemex y la CFE; la reforma laboral, y la del IVA, para hacer gravitar el peso tributario sobre la mayoría, permitir a los grupos de interés evadir, eludir o defraudar sus cargas fiscales.
ALGUNAS NO PARECEN urgentes, como la elección de un jefe de gabinete, la segunda vuelta en la elección presidencial o la creación de un sistema semiparlamentario. No veo intención en los partidos ni en el Congreso para concretarlas. Como tampoco se ve interés por impulsar una reforma, importante y urgente, como la del nuevo régimen de radio y televisión.
LA RELATIVA PARALISIS legislativa que hemos vivido se dio, básicamente, por la pretensión del PRI de bloquear a Fox (que los ha considerado ¡sus aliados!) y la incapacidad de PAN y PRD de unirse para superar ese bloqueo y crear leyes y reformas para beneficio colectivo, en las que ambos partidos están de acuerdo.
NOS QUEDA TIEMPO, pero no creo que haya arrojo ni generosidad para aprovecharlo. Iremos deslizándonos por la pendiente del menor esfuerzo y nos contentaremos, salvo en el tema presupuestal, con cosas menores. Nos esperan largos, aburridos y estériles tiempos legislativos.