Al menos 29, desaparecidos en una tormenta de nieve
Mueren de hipotermia 16 militares chilenos en los Andes
Ampliar la imagen Luis Paredes, de 12 a� es consolado tras saber que su hermano es uno de los fallecidos FOTO Ap
Santiago, 21 de mayo. Al menos 29 soldados se encuentran desaparecidos y otros 16 murieron en una tormenta de nieve en la cordillera de los Andes, donde realizaban ejercicios militares, en la peor tragedia del ejército chileno en tiempos de paz, por lo que el presidente Ricardo Lagos se declaró conmovido y decretó tres días de duelo nacional.
El general Emilio Cheyre, comandante en jefe del ejército y quien dirigió en parte las operaciones de rescate y búsqueda, había cifrado previamente en 45 la cantidad final de conscriptos que podrían haber muerto en la tragedia ocurrida la madrugada del pasado miércoles en las faldas del volcán Antuco, 600 kilómetros al sureste de aquí, donde siguen las labores de rescate.
Cheyre no viajó al cercano puerto de Valparaíso, donde Lagos rindió su último mensaje sobre el estado de la nación ante el pleno del Congreso. Por la tarde el mandatario voló a la ciudad de Los Angeles, donde se levantó en el regimiento de la localidad una capilla ardiente para velar a los 16 cuerpos recuperados hasta el momento.
Los féretros, cubiertos con la bandera chilena y rodeados de una guardia de honor, fueron entregados tras una ceremonia militar en la que el presidente los despidió como "héroes de la paz", en un acto del regimiento en la ciudad de Los Angeles, 500 kilómetros al sur de Santiago.
En la misma localidad fueron recibidos otros 112 militares sobrevivientes, que permanecían en un refugio cordillerano después de evadir la tormenta de nieve, llamada por los militares "viento blanco".
El ejército afirmó que el capitán Claudio Gutiérrez Romero, especialista en alta montaña, salvó a 50 soldados al guiarlos a uno de los refugios en la cordillera. Unos 400 soldados participaban en las prácticas.
Cuando Cheyre llegó a la sede del regimiento -tras reconocer la responsabilidad de sus subordinados en las 45 muertes por haber iniciado una marcha de 18 kilómetros con el consiguiente peligro, que en condiciones climáticas inestables debía demorar entre seis y nueve horas- destituyó al coronel Roberto Mercado Olguín, comandante de la unidad, al teniente coronel Pineda y al mayor Patricio Cereceda, jefe del batallón.
Además, abrió una causa judicial ante la Fiscalía Militar de Los Angeles y paralelamente comenzó una investigación sumaria, por la cual los oficiales involucrados pueden ser acusados de "incumplimientos de deberes militares, la más grave en la institución", remarcó el jefe del ejército.
En Valparaíso, un emocionado Lagos entregó su última cuenta anual ante la nación, en que anunció, entre otras medidas, la estabilización del precio del diesel, la entrega de un bono para paliar alzas de electricidad y la creación de empleos con apoyo fiscal para este invierno, además de subsidios educativos para familias pobres.
Cientos de estudiantes universitarios se manifestaron en su contra, en los alrededores del Congreso, exigiendo mayores créditos para el financiamiento de sus estudios.
Hubo cuatro heridos y 159 detenidos, entre ellos varios que portaban botellas con gasolina que se usan como bombas incendiarias, lo que esta penado por una nueva ley de armas que entró en vigor este mes.