En escuelas, la mayor discriminación a menores: CNDH
Nezahualcóyotl, Mex., 25 de mayo. Los tratos ofensivos y discriminatorios en contra de niños y adultos portadores del virus de inmunodeficiencia humana (VIH-Sida) van en aumento, denunció Ricardo Hernández Forcada, director del programa de VIH de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), quien reconoció que este problema se convertirá en la principal preocupación del organismo.
El funcionario sostuvo que de 2000 a la fecha se ha registrado un repunte en las vejaciones por esta causa, la mayoría de las cuales ocurren en el interior de la República, como el caso de Acapulco, Guerrero, donde la Administración Portuaria Integral y la Secretaría de Fomento Turístico locales discriminaron a ocho niños infectados con el virus del sida, a quienes se les negó abordar el crucero Disney Magic.
Entrevistado en este municipio, el funcionario de la CNDH dijo que es urgente que la Secretaría de Educación Pública apruebe los programas propuestos por Censida en materia de derechos sexuales y contra la discriminación, para que se incluyan en los libros de texto gratuitos y así inhibir este fenómeno desde el nivel básico.
Al presentar una ponencia sobre derechos humanos y sexualidad, Hernández Forcada explicó que en los 15 años que lleva en funciones la CNDH se han emitido 669 quejas por violación a los derechos humanos de los enfermos de VIH-sida.
Explicó que a raíz de que en el último quinquenio se incrementó el número de casos de discriminación contra los menores portadores del virus, la CNDH emitió la recomendación 08 por la violación a las garantías individuales de 47 niños, principalmente en centros escolares.
Hernández Forcada señaló que en México se estima que hay entre ocho y 10 mil personas menores de 15 años con VIH-Sida, frente a los 100 mil adultos que viven con la enfermedad a nivel nacional, y agregó que las violaciones a los derechos de los niños enfermos consisten fundamentalmente en que les niegan servicios educativos, ya que se les expulsa de la escuela o se pide a los padres constancias de que sus hijos no son seropositivos.
René Ramón, corresponsal