Recuerdan al pintor oaxaqueño a 60 años de su muerte
En el Munal, la primera gran muestra de Francisco Gutiérrez
Ampliar la imagen Retrato de Olga Costa, obra incluida en la retrospectiva de Francisco Guti�ez FOTO Cortes�Museo Nacional de Arte
A 60 años de su prematura muerte, el pintor oaxaqueño Francisco Gutiérrez es sujeto de la primera gran exposición de su obra.
La retrospectiva Francisco Gutiérrez, 1906-1945, compuesta por más de 200 obras, entre pintura, dibujo y grabado, originada en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), será inaugurada el jueves 2 de junio a las 19 horas en el Museo Nacional de Arte (Munal), Tacuba 8, Centro Histórico.
Asimismo, la muestra es resultado de una amplia investigación y recopilación de obra, encabezada por Teresa del Conde, Francisco Toledo, Abigail García -sobrina del pintor- y María Estela Duarte.
Gutiérrez vivió una historia de pobreza, enfermedad y olvido. Tras una caída a sus 10 años, herida que no se atendió debidamente, padeció una sordera casi total, cuyas secuelas de adulto le provocaron una hemiplejia y después la muerte.
Dejó la escuela en el cuarto año de primaria para trabajar en una tienda de abarrotes. Emigrado a la ciudad de México, desde 1925 trabajó para una fábrica de conservas, donde descubrió el mundo de las artes gráficas y se convirtió en dibujante. En 1930 se incorporó como ayudante en la biblioteca de la Escuela de Artes Plásticas; allí tuvo contacto con los libros de arte.
También en ese año se inscribió en los talleres nocturnos de grabado de la Escuela Central de Artes Plásticas, donde tuvo como maestros a Francisco Díaz de León y Carlos Alvarado Lang.
De acuerdo con Teresa del Conde, quien en 1984 organizó la exposición Siete pintores, en la que ''sacó a la luz'' a Francisco Gutiérrez, dijo ayer en rueda de prensa que en el contexto de la llamada Escuela Mexicana, hasta el momento de su muerte el oaxaqueño es ''el único que, sin dejar de atender a ciertos motivos que pueden considerarse de género, utiliza un vocabulario tan total y radicalmente distinto que también es hasta cierto punto criticado o rechazado en determinados ámbitos''.
Gutiérrez no es folclórico ni nacionalista ni hace arte de mensaje, aunque para Del Conde hay secuelas simbolistas y esa recreación muy al modo suyo de estar al tanto de las vanguardias internacionales, no nada más de la escuela metafísica y surrealista. La crítica de arte también lo calificó como un antecedente relevante del llamado movimiento de la ruptura de los años 50.
En vida, Gutiérrez tuvo exposiciones y escribieron sobre su obra críticos como Margarita Nelkin, Luis Cardoza y Aragón y Jorge Juan Crespo de la Serna. Si permaneció un tiempo en la oscuridad fue porque quedó fuera de los libros de arte mexicano. Ahora ''está dentro de un canon. Ya no se puede pasar por alto de ninguna manera'', también porque obra suya figura en la colección permanente del Munal, señaló la crítica de arte.