Usted está aquí: sábado 28 de mayo de 2005 Mundo Rechazo a Constitución Europea une a luchadores sociales franceses

Prevén que el "no" al tratado acercará a la izquierda

Rechazo a Constitución Europea une a luchadores sociales franceses

AFP Y DPA

París, 27 de mayo. Centenares de opositores al "sí" al tratado europeo, entre ellos el dirigente campesino José Bové y el ex secretario general del Partido Socialista (PS) Henri Emmanuelli, invitados por los principales sindicatos franceses, se reunieron este viernes en París para defender el rechazo a la Constitución Europea, que a su juicio sería un "no de progreso social".

Bové predijo que este domingo, día en que se celebrará en Francia el referendo del tratado de la Constitución Europea, será "una fiesta de alegría. Estamos aquí para la resurrección democrática del pueblo de Francia", afirmó el líder altermundista.

Emmanuelli aseguró que "el 'no' puede unir a la izquierda, porque abarca la extrema izquierda, el Partido Comunista, dos tercios de los ecologistas y más de la mitad de los socialistas". En otra reunión, Emmanuelli consideró que "el 'no', no es el final de algo, sino el comienzo de algo, el comienzo de una inmensa esperanza".

Según un sondeo de opinión publicado este viernes, el "no" a la Constitución Europea tendría 56 por ciento de las intenciones de voto y el "sí" 44 por ciento.

De acuerdo con un estudio de la empresa TNS-Sofres, el "no" al referéndum retrocedió 51 por ciento en las intenciones de voto, frente a 49 por ciento en favor del "sí", según una reciente encuesta.

Ambos estudios muestran cifras importantes de indecisos.

El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el canciller alemán, Gerhard Schroeder, fueron los ases en la manga de Francia para convencer a sus ciudadanos de votar por la Constitución.

"Os pido un 'sí' en nombre de España y de la izquierda. Os pido vuestro voto alto, claro y optimista a la Constitución Europea. Sólo así haremos que Europa avance", recordó Zapatero en un mitin socialista en Lille.

Desde Toulouse (suroeste de Francia), Schroeder pidió "de todo corazón" un "sí" a una Constitución por la que Europa ha luchado con todas sus fuerzas". Europa sería impensable sin Francia. No podemos hacer gran cosa como estados, tenemos que estar juntos", expresó.

Así, Francia se prepara a vivir un terremoto político sin precedente, debido a las repercusiones internas que tendrá el referendo del próximo domingo sobre la Constitución Europea.

Un amplio espectro ideológico -desde la extrema derecha hasta los comunistas y la extrema izquierda, pasando por sectores disidentes del PS- canalizó la ira de un electorado tan descontento por la serie de reubicaciones de empresas hacia Europa del Este como por el estancamiento de la economía. El desempleo en Francia afecta a 3 millones de personas.

A esos factores objetivos se sumaron elementos a veces teñidos por la xenofobia de la extrema derecha, como el temor a la inmigración procedente de países de Europa del Este -recién incorporados a la UE-, la eventual adhesión de Turquía y la amenaza de un abandono del tradicional modelo social francés, que la derecha define como el último resabio del "Estado de bienestar".

Sobre esto, la corresponsal en París de La Jornada, Yuriria Iturriaga, comentó: "Lo que no esperaban el gobierno y el opositor PS es que las condiciones que impone la Europa 'real' al campo del trabajo, esgrimidas por la extrema derecha como argumento xenófobo contra el desempleo y asimismo rechazadas por la izquierda con base en el principio irrenunciable de que 'a trabajo igual salario igual', llevaría a un debate nacional más apasionado e informado, conforme la campaña por el 'sí' ha sido más insistente.

"Como si la insistencia en las virtudes de la Constitución hubiera incitado a leer el texto distribuido gratuitamente, se crearon redes de internautas que discutieron la Europa que cada quien quiere con una tendencia al rechazo. Esto se debió a que el texto en cuestión retoma los acuerdos ultraliberales del Tratado de Niza (2001), que definen a la UE como una 'economía social de mercado'. 'Social' , por haberle añadido una parte sobre los derechos humanos.

"Es como si los mexicanos ratificáramos una iniciativa de ley que integrara nuestra Carta Magna al TLC, elevándolo a rango constitucional, y le añadiéramos la palabra "social", es decir, el TLC social."

 
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