La Ley de Bioseguridad allana el camino a empresas biotecnológicas, dice Luis Solleiro
Maíz, primer objetivo de trasnacionales para producir con transgénicos: experto
Tras la entrada en vigor de la Ley de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados, las empresas trasnacionales de biotecnología están listas para introducir los transgénicos en el campo mexicano, con el maíz a la cabeza, señaló José Luis Solleiro, director técnico de Agrobio México.
El especialista dijo que para que comience a llegar la inversión en este rubro aún se debe esperar que el gobierno federal presente el reglamento de la ley, así como el conjunto de normas oficiales que lo harán operativo. En Agrobio se encuentran agrupadas las principales compañías productoras de transgénicos y de Organismos Genéticamente Modificados (OGM): Bayer, Dupont, Monsanto, Dow Agrosciences y Syngenta.
Solleiro explicó que la industria "tiene interés en los cultivos de mayor importancia, con el maíz a la cabeza, y busca ampliar la cobertura en algodón y soya, los cuales se producen en el país; hay otros productos que se han quedado en espera, no sólo de las empresas de Agrobio; están los casos de alfalfa, plátano y puede haber una situación propicia para atraer desarrollos que se han hecho en otros países en café y caña de azúcar".
Indicó que aún espera una solución en el aspecto de la moratoria en las siembras de maíz transgénico que el gobierno federal estableció desde 1999, ya que las empresas han insistido en la necesidad de que se puedan hacer las pruebas experimentales de este producto y hasta ahora no ha habido respuesta.
El también investigador de la UNAM dijo que las empresas traerían a México productos que ya han desarrollado y que se utilizan en otros países, como el maíz para insecticidas, pero se adaptarían a las características de los maíces mexicanos, dependiendo dónde siembren.
"Si se quiere que tenga éxito se debe hacer un proceso de adaptación de los materiales a las condiciones agroecológicas del lugar específico. Cuando hablamos de híbridos convencionales se debe hacer un trabajo de adaptación, que se puede llevar varias temporadas de siembra, porque no es en automático; se deben hacer evaluaciones, que el material se desempeñe como se espera y que sea rentable para el productor."
Agregó que "estamos optimistas porque, por ejemplo, en Honduras se hicieron siembras pilotos en condiciones agroecológicas que son similares a las de México y se lograron rendimientos 20 por ciento superiores a lo de un híbrido convencional".
Explicó que la idea es que el maíz se debe adaptar a los híbridos -materiales mejorados- que funcionan en las diferentes zonas del país y debe haber una adaptación a los materiales que aquí se pueden desempeñar. "Adaptar la característica de resistencia a insectos en México y la modificación genética se hace a una semilla específica."
Indicó que en este momento en México hay entre 1.2 y 1.5 millones de hectáreas cultivadas con materiales híbridos e idealmente se podría pensar para mediano plazo que lo que ya se tiene con estos granos pueda pasar a ser de cultivos modificados genéticamente, fundamentalmente en las zonas de agricultura industrial, aunque también se esperaría realizarse con los cultivos tradicionales.
Para ello se deben hacer estudios por caso y de acuerdo con las características de cada lugar específico; parte de la evaluación es el asunto del análisis de la posible transferencia de genes, explicó.
Expresó que de la reunión del Protocolo de Cartagena, que comenzó este domingo en Montreal, se prevé que haya una definición clara en relación con los requisitos de documentación para el comercio de productos transgénicos. "El escenario ideal sería que haya un proceso simple y que no implique altos costos en su manejo, porque eso al final impacta a toda la cadena productiva y al último eslabón, que es el consumidor."