Chirac se dice "decepcionado" pero respetará la decisión y asegura que no renunciará
Gana el "no" en Francia y queda sin efecto la Constitución europea
Abrumador 54% rechaza el Tratado del bloque; por ahora se descarta otra negociación
Prevén expertos cambios sustanciales en la política económica francesa tras este referéndum
Ampliar la imagen Festejo en la Plaza de la Bastilla por el triunfo del "no" a la Constituci�uropea FOTO Afp
París, 29 de mayo. Francia se convirtió este domingo en el primer país en rechazar la Constitución europea, con un abrumador "no" de más de 54 por ciento de los ciudadanos, en una gran derrota política para el presidente Jacques Chirac
Así, la Carta Magna de la Unión queda sin efecto, porque debe ser ratificada por los 25 miembros del bloque para entrar en vigencia, aunque las autoridades de la Unión Europea son partidarias de seguir adelante con las ratificaciones.
El derechista Chirac, de 72 años, usó todos los medios a su alcance para convencer a los franceses de la necesidad de votar en favor de este Tratado, luego de haber llamado hace tres meses al referéndum como forma de ratificar la Constitución europea, en lugar de la vía parlamentaria que han escogido otros países. Pero entonces, se preveía que el "sí" ganaría con más de 60 por ciento.
Sin embargo, la consulta se convirtió, para muchos, en un plebiscito sobre su gestión de gobierno, y hubo una masiva participación de 70 por ciento en la consulta.
Un 54.87 por ciento votó por el "no" a la ratificación. La izquierda votó masivamente por el "no": el Partido Comunista, la extrema izquierda, los verdes, y gran parte del Partido Socialista. Un 80 por ciento de los obreros, 60 por ciento de los asalariados, y 60 por ciento de los menores de 25 años habría rechazado el tratado, según un perfil hecho por encuestadoras. También votaron por el "no" la extrema derecha, parte de la derecha en el poder y la centro derecha.
Las regiones con un "sí" mayoritario fueron los territorios de Ultramar (Guadalupe, Martinica), donde recientemente Chirac explicó que "el 'no' sería renunciar a las subvenciones que provienen de Europa".
Las zonas industriales, agrícolas y portuarias, que han sufrido la competencia de otros productores europeos, y las concentraciones urbanas con alta tasa de desempleo, como Marsella, fueron las mayoritarias por el "no".
Nada más confirmar la victoria del "no", el presidente Chirac dijo en un mensaje a la nación que estaba "decepcionado", pero respetaba la "decisión soberana" del pueblo francés, y "tomaba nota del mensaje", y anunció cambios en su gobierno próximamente.
"Nuestras ambiciones siguen ligadas a Europa", dijo el jefe de Estado, apelando a la "unidad" de los franceses en este momento de dificultades y garantizando que el país seguirá manteniendo "su presencia" en Europa.
A diferencia del general Charles de Gaulle, que dimitió cuando en 1969 perdió un referéndum sobre la regionalización, Chirac -en la presidencia desde hace 10 años- ya explicó que terminará su mandato en 2007.
Por su parte, el canciller francés, Michel Barnier, dijo que "no habrá nueva negociación del Tratado por ahora", y Francia tendrá que esperar el fin del proceso de ratificación que tendrá lugar la segunda mitad de 2006.
El partido en el poder, UMP, pidió al pueblo "unirse alrededor del presidente para reforzar su posición", pero es dentro de la propia Unión por un Movimiento Popular, donde curiosamente está el mayor rival de Chirac: Nicolas Sarkozy.
Este político representa a una nueva generación de la derecha moderada francesa, es ambicioso, popular, hábil y no esconde su sueño de llegar al palacio del Elíseo, sede de la Presidencia.
En el corto plazo, según analistas, el nombre de Sarkozy se baraja como posible nuevo primer ministro, pero el rumor que tiene más fuerza es el que apunta al actual ministro del Interior, Dominique de Villepin, un político fiel al presidente, quien podría remplazar al actual primer ministro Jean Marie Raffarin.
Sarkozy pidió, por lo pronto, "transformaciones profundas, rápidas y enérgicas".
Raffarin, de su lado, indicó que se mantenía "fiel al pacto de lealtad que (lo) une al jefe de Estado", Chirac, y que "apoyará" con su experiencia las decisiones que se tomen para el país.
El "no" a la Constitución Europea llega a Chirac meses después de la derrota de su partido en tres elecciones recientes: las cantonales, las regionales y las europeas de 2004.
Piden renuncia del presidente
Por lo pronto, la extrema derecha y la izquierda pidieron la renuncia del presidente, mientras los socialistas quedaron desgarrados internamente. Los socialistas que estuvieron por el "sí" aprovecharon para culpar a Chirac de la "cólera de los franceses", y llamaron a la "reunión de toda la izquierda del 'sí' y del 'no' para las elecciones de 2007".
Sin embargo, este sector no habló del rechazo a la economía neoliberal, una de las razones de los votantes para rechazar la Constitución Europea. "Donde se lea, se ve la palabra libre mercado", había dicho una votante. En cambio, otros especulan con una "crisis de identidad de los franceses" para explicar la victoria del "no".
La llamada "Madonna del no", Marie Georges Buffet, secretaria general del Partido Comunista, así como Jean Pierre Chevenement y Olivier Bezancenot, entre otros representantes de la izquierda, rechazan sin embargo esta última explicación.
Para ellos es importante que "se escuche el 'no' al ultraliberalismo de una Europa construida a espaladas de los pueblos".
Estos sectores buscan impulsar un debate para elaborar un proyecto alternativo de la Constitución europea.
Mientras, en la noche, unas 3 mil personas festejaban en la Plaza de la Bastilla, enarbolando banderas rojas, el rechazo a la Carta Magna. "¡Hemos ganado! ¡El pueblo ha ganado!", declaraba Buffet, que llegó a la plaza en la medianoche. "Chirac, dimisión", coreaban mientras los asistentes.
Uno de los líderes del "no" de izquierda, el senador socialista Jean Luc Melenchon, que desafió la línea oficial de su partido en favor del 'sí', estimó que el presidente Chirac tiene que "someterse o renunciar".
Oscilarán mercados financieros
El rechazo a la Constitución Europea en Francia provocará oscilaciones en los mercados financieros y probablemente cambios en la política económica de Francia, aunque es imposible por ahora prever el rumbo que tomará el gobierno, estimaron expertos locales.
Los mercados ya habían integrado en los últimos días la victoria del "no" en Francia y el euro deberá situarse en los próximos días por debajo de 1.25 dólares.
Los mercados podrían "arbitrar en favor de Estados Unidos" y contra las bolsas europeas, estimó Xavier Timbeau, del Observatorio Francés de Coyunturas Económicas.
Pero, independientemente de lo que ocurra, los expertos vaticinan cambios importantes en la política económica francesa. Para los especialistas existen dos caminos: la protección, que sería la actitud del ministro de Interior, Dominique de Villepin, si remplaza a Raffarin como primer ministro, o la "modernización", que parece más bien la tendencia de Nicolas Sarkozy.
El dilema será entre "electrochoque algo liberal con reformas profundas o una política económica más social dirigida hacia aquellos que dijeron 'no' a la Constitución el domingo", señalaron.