El PRI le da "beneficio de la duda"; el PT lo cuestiona
Abascal, "intolerante": PRD; es negociador: AN
Representa "el conservadurismo más arcaico": Bartlett
El PRD consideró al nuevo secretario de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, "intolerante, misógino y de derecha", mientras el PAN sostuvo que el funcionario garantiza diálogo. El PRI, a su vez, le otorga "el beneficio de la duda".
La directiva perredista opinó que la de Vicente Fox fue una "decisión desafortunada". En esa dependencia se requiere un político tolerante, con sensibilidad y trato negociador, que se acerque a las fuerzas políticas para sacar adelante la reforma electoral para 2006, expuso.
Sin embargo, añadió, el perfil de Abascal es intransigente. Un hombre de derecha y un personaje que no ha podido con la responsabilidad del desempleo, que impulsó una ley laboral lesiva para las conquistas trabajadoras.
En tanto, el vocero de la dirigencia nacional priísta, Sergio Martínez Chavarría, otorgó a Abascal el beneficio de la duda y le pidió retomar la convocatoria al diálogo entre partidos, además de que sea congruente con la agenda.
Le demandó que al margen de sus creencias y tendencias políticas sea capaz de garantizar un tránsito sin sobresaltos y sin privilegiar a partido alguno en las elecciones de 2006. No obstante, estimó que se trata de una tarea difícil por el ambiente de distanciamiento que generó su antecesor, Santiago Creel Miranda.
En contraste, el secretario de Estrategia Electoral panista, Arturo García Portillo, aseguró que Abascal garantiza las condiciones de apertura para el diálogo y los acuerdos políticos en una etapa de intenso debate, que culminará en 2006. Se puede constatar por su actuación en la Secretaría del Trabajo, "en la que resolvió importantes amenazas de huelga".
El panista reconoció que el próximo año será "duro y difícil" por el debate de la sucesión presidencial, aunque confió en la capacidad política de Abascal.
Ecos legislativos
En San Lázaro, la bancada panista consideró que la capacidad de negociación de Abascal, demostrada con los sindicatos, le permitirá dialogar y llegar a acuerdos con la oposición, pero diputados del PRI, del PRD y del PT cuestionaron que se haya puesto al frente de Gobernación "a un hombre acostumbrado a la mano dura, a la intolerancia política, religiosa y moral".
El presidente de la Comisión del Trabajo, el priísta Enrique Burgos García, espera que Abascal no asuma actitudes de radicalismo, fanáticas o de ultraderecha, porque sería muy grave en año electoral. Su compañero Carlos Jiménez Macías afirmó que el principal reto del funcionario en Gobernación, más allá de la conciliación política, será demostrar que las versiones sobre su oscurantismo y fanatismo no son reales, pues de lo contrario se pondría en riesgo la gobernabilidad.
Para los perredistas Abascal es la representación viva del panismo más fanático y misógino, sin respeto por la equidad de género. "Es una tragedia el nombramiento, porque cuando en el país no hay puentes para dialogar y hay muchas reformas pendientes, el menos indicado para reconstruir la relación con los partidos es precisamente ese personaje", sostuvo Alfonso Ramírez Cuéllar.
Por su parte, el petista Oscar González Yáñez afirmó que Fox designó en Gobernación "un hombre socialmente conservador, por lo que no se auguran buenos resultados".
En el Senado, el priísta Manuel Bartlett Díaz, secretario de Gobernación con Miguel de la Madrid, expresó que el nombramiento es un "mensaje ominoso" de Fox, pues colocar a un hombre de extrema derecha significa que no le importa la gobernabilidad. "No es un operador ni tiene la experiencia en la conducción del país. Estamos frente al conservadurismo más arcaico", planteó.
En contrapartida, el panista Diego Fernández de Cevallos bromeó con el nombramiento. Dijo estar "verdaderamente en lo más profundo de la depresión", pues refirió que él ya se sentía el nuevo titular de Gobernación, como publicó la prensa. Luego aclaró que Fox nunca le formuló el ofrecimiento.
Con información de Georgina Saldierna, Andrea Becerril, Gabriela Romero, Raúl Llanos, Enrique Méndez, Ciro Pérez y Renato Dávalos