Hacinamiento en cuidados intensivos, causa de la infección, aceptan galenos
Delicados, los bebés con klebsiella en Guadalajara
Guadalajara, Jal., 2 de junio. El hacinamiento y la sobrepoblación influyeron en la infección con la bacteria klebsiella que adquirieron 10 recién nacidos que se encontraban en la unidad de cuidados mediatos del servicio de neonatología del Hospital Civil Juan I. Menchaca (HCJIM) en esta capital, la cual sólo tiene capacidad para siete neonatos, pero al momento de la contaminación había 20, todos producto de embarazos de alto riesgo y la mayoría en condición de prematuros, reconoció el jefe del servicio, Juan Manuel Ramírez Valdivia.
Los bebés contaminados con la citada bacteria, la cual es resistente a los antibióticos, con excepción de la ampicilina, principio activo con el que están siendo tratados, permanecerán hospitalizados en calidad de aislados durante 14 días, informó Ramírez Valdivia.
Ante la situación, el médico argumentó: "¿Qué pasa con estas mujeres de alto riesgo? Andan peregrinando por todos lados y al final terminan con nosotros, y tenemos que atenderlas, lo que incrementa la demanda de este tipo de pacientes, y eso a la larga nos lleva al hacinamiento, pero estamos entre la espada y la pared".
En el nosocomio nacen entre 50 y 60 bebés diariamente, pero sumando los que permanecen hospitalizados en cuidados intensivos neonatales por alguna complicación al momento del parto, la cifra suele oscilar entre 100 y 120 al mismo tiempo, por lo que el nosocomio permanentemente se encuentra sobresaturado.
Además, desde hace dos años y medio el área de ginecobstetricia del Hospital Civil Fray Antonio Alcalde está cerrada por haber tenido afectaciones en su estructura, las cuales fueron provocadas por el sismo que sacudió a esta ciudad el 21 de enero de 2003, y que por falta de recursos no ha sido rehabilitada, razón por la cual los casos complicados son remitidos al HCJIM.
Ramírez Valdivia reportó delicados pero estables a los bebés infectados, y aseguró que en este momento su vida no está en riesgo, pero que son estrechamente vigilados por medio de pruebas sanguíneas que permiten conocer el comportamiento de la bacteria en la sangre, dado que ésta eventualmente puede instalarse en algún órgano vital, como los riñones o el cerebro.
Tras señalar que en los bebés la condición de prematuros es de por sí un factor de riesgo por las bajas defensas con las que nacen, el director del nosocomio añadió que las madres de éstos presentaban alguna complicación previa al parto, por infección en vías urinarias o rompimiento temprano de membranas, lo que también representa un factor de riesgo de infección para los recién nacidos.
El antecedente previo a una infección de este tipo ocurrida en este nosocomio data de 1996, cuando 11 neonatos del cunero patológico se contaminaron con la bacteria enterobacter cloacae, que puso en riesgo su vida.