MEXICO SA
Mil cien mexicanos al día han emigrado a EU en este sexenio
Remite México al extranjero, vía pago de deuda, recursos por la exportación de petróleo
Las rebanadas del pastel:
LA CRECIENTE "EXPORTACION" de mano de obra es registrada por el gobierno del "cambio" como un "éxito" de su política social y laboral. La realidad es diametralmente distinta, por mucho que el "negocio" rinda jugosos frutos: en los últimos cuatro años y medio México ha captado remesas por alrededor de 52 mil millones de dólares, y las estimaciones más conservadoras indican que al cierre de 2006 ese monto se elevará a no menos de 80 mil millones, casi el costo del Fobaproa y su "rescate" bancario.
AÑO TRAS AÑO crece el volumen de remesas, al igual que el número de mexicanos que emigran hacia Estados Unidos. A lo largo del gobierno foxista las primeras se han incrementado 165 por ciento, mientras los segundos promedian mil 100 por cada uno de los días en los que el "cambio" ha despachado en Los Pinos.
CON BOMBO Y platillo, el próximo ex presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique Iglesias, informa desde Washington que México es receptor de 14 por ciento del flujo mundial de remesas, mientras en el mismo foro la secretaria de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota, destacaba las virtudes del "programa 3x1", el cual promueve que por cada dólar aportado por los emigrantes para financiar un proyecto en su comunidad de origen, el gobierno federal, los estados y municipios mexicanos inyectarán tres adicionales.
SI EN REALIDAD los tres niveles de gobierno tienen esa capacidad financiera (3x1), entonces por qué esperar a que la gente emigre (deje a su familia, abandone su comunidad, arriesgue la vida, soporte precarias condiciones laborales, violación de sus derechos humanos, balas de goma o de plástico, que para el caso es lo mismo, etcétera, etcétera) y remita dólares, si en casa hay dinero suficiente para promover el desarrollo comunitario y la generación de empleo.
LO CIERTO ES que comparadas con el ingreso petrolero por exportación o el derivado de la inversión extranjera directa, las remesas son una inyección neta de recursos a la economía nacional. En términos gruesos, la mayor parte de las divisas por los envíos petroleros al exterior se queda en Hacienda, y ésta suele reciclarla al extranjero para el pago de deuda; si algo queda, la reutiliza para nómina burocrática. A su vez, la gran rebanada del capital foráneo se ha destinado a la compra de empresas en operación, es decir, no genera riqueza, sino se apropia de la existente, amén de que el 70 por ciento de las ganancias terminan en los países de origen, de acuerdo con los indicadores de la ONU.
EN VIA DE mientras, el propio BID señala que la migración internacional de trabajadores se incrementó de 75 millones de personas en 1965 a poco más de 120 millones en 2000, un aumento de 60 por ciento en el periodo, aunque el flujo ha crecido sostenidamente a partir del último de los años mencionados.
UNO DE LOS principales receptores de inmigrantes extranjeros, principalmente mexicanos, ha sido Estados Unidos. Datos del censo de aquel país revelan que el número anual de inmigrantes mexicanos se aproxima a 400 mil, un volumen 13 veces mayor al promedio anual reportado en la década de los 60. El contingente de inmigrantes mexicanos dentro de la fuerza laboral estadunidense prácticamente se duplicó entre 1990 y 2000, de 2.6 a 4.9 millones.
ESTA ULTIMA CIFRA representa el 3.5 por ciento de la mano de obra de Estados Unidos y casi el 25 por ciento del total de trabajadores nacidos fuera de las fronteras del país. En determinados sectores económicos, como la agricultura, la proporción de trabajadores mexicanos se acerca al 25 por ciento de la fuerza laboral. También Canadá, integrante del TLC, registra una creciente proporción de trabajadores de origen mexicano.
UN SEÑALADO RASGO del aumento de la migración internacional y la participación extranjera en la fuerza laboral es el consiguiente incremento de las remesas de trabajadores. A escala mundial, los flujos de remesas superaron los 180 mil millones de dólares en 2004, aunque, según indican estudios recientes, las corrientes extraoficiales no anotadas en las estadísticas oficiales de balanza de pagos exceden de 200 mil millones.
AMERICA LATINA Y el Caribe captaron en 2004 el mayor volumen de remesas: más de 40 mil millones de dólares. Ese mismo año, los flujos oficiales de remesas a la región excedieron el monto combinado de la inversión extranjera directa y la asistencia oficial para el desarrollo recibidas por la región, marcando un giro en la evolución del financiamiento externo de su economía.
LOS INMIGRANTES MEXICANOS aportaron en 2004 el mayor volumen mundial de remesas (más de 16 mil 600 millones), equivalente al 41.5 por ciento del total en América Latina y el Caribe. Estadísticas del Banco de México indican que los flujos a ese país han registrado desde 1960 un crecimiento medio cercano a 13 por ciento anual. En 2003 dicho monto superó los 13 mil 300 millones, incremento de 35 por ciento en comparación con el saldo de 2002.
EL BID INDICA que si bien los cálculos difieren, el número de hogares mexicanos que recibieron ingresos por concepto de remesas en 2002 puede estimarse razonablemente en torno a 1.4 millones, es decir, 11 por ciento más que en 2000. Dicho en otros términos, uno de cada nueve hogares rurales, y uno de cada 10 hogares de zonas urbanas medianas y grandes de la región recibieron remesas. De acuerdo con estadísticas oficiales, en 2004 se realizaron 46.3 millones de transacciones de remesas por un valor medio de 358 dólares. En municipios de más de 2 mil 500 habitantes, las familias receptoras de remesas recibieron del exterior un promedio de 2 mil 800 dólares en 2002, lo que representa casi el 43 por ciento de la renta monetaria actual de los hogares.
EN MEXICO, LAS familias receptoras presentan marcadas diferencias en cuanto a renta y estructura. Por norma, los hogares más pobres reciben flujos menores de remesas, pero éstas representan una parte mayor de su ingreso total.
REGISTRADO POR LOS medios de comunicación, surgió el primer caso de seguridad nacional que, como secretario de Gobernación, solícitamente atenderá monseñor Carlos Abascal: "Roba Biblia a pecadora; en Mérida un ladrón justificó su delito diciendo que su víctima no merece tener una Biblia por promiscua" (no se sabe si la primera o la segunda).