Su esposa, parientes y amigos lo han acompañado en Jalisco
Nepotismo, característica del trabajo del ex gobernador
Alberto Cárdenas es un funcionario público al que le gusta estar rodeado de su familia. Desde sus días como alcalde de Ciudad Guzmán, el hoy aspirante a la candidatura presidencial panista dejó ver que la cadena Cárdenas-Novoa tiene muchos eslabones. El todavía secretario de Medio Ambiente tuvo a 33 personas con afinidad consanguínea o política en puestos públicos, durante los nueve años que hizo política en la entidad, seis de ellos como gobernador.
En su libro Relaciones de parentesco, estructuras de poder y grupos políticos en Jalisco 1995-2004 (Editorial UdeG, 2004), el investigador de la Universidad de Guadalajara Javier Hurtado presenta al nepotismo como la característica principal de los gobiernos de Cárdenas Jiménez en Jalisco y Ciudad Guzmán. Esa preferencia por los parientes para los cargos públicos la ha ejercido de la mano de su esposa, la diputada local María Joann Novoa Mossberger.
Hurtado dice que el principal problema del nepotismo es que anula el carácter moderno del Estado democrático y evita la profesionalización del servicio público, pues los ascensos se dan en función del apellido. Así, los hermanos, cuñados, concuños y primos de los Cárdenas Novoa han acaparado delegaciones de dependencias federales -Eduardo Lázaro Cárdenas Jiménez lo es en este momento de la Sedeso-, secretarías particulares, jefaturas y direcciones de oficina, como la de Audiencias, Giras y Eventos, de la que estuvo a la cabeza Sigifredo Novoa Díaz, primo de su esposa, esto último cuando Alberto Cárdenas despachó en palacio de gobierno.