Posible "señal" de que no será extraditado: analistas
Bush se reúne con un cercano amigo de Luis Posada Carriles
Miami, 6 de junio. El presidente de Estados Unidos George W. Bush se reunió hoy con el médico de origen cubano Alberto Hernández, amigo personal del anticastrista Luis Posada Carriles, involucrado en la voladura de un avión comercial cubano en 1976, que dejó 73 muertos, y a una serie de atentados contra hoteles de La Habana en 1997.
No trascendieron detalles de la reunión, cuyas imágenes difundió el Canal 51 local, pero la televisora sugirió que el saludo del mandatario al protector de Posada Carriles, quien entró ilegalmente a Estados Unidos en marzo pasado, podía ser interpretado como "una señal" de que el ex agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) no será extraditado, como pide Venezuela.
La reunión tuvo lugar en el aeropuerto de Fort Lauderdale, adonde Bush llegó para asistir a la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos.
Hernández dijo la semana pasada a la televisión local haber realizado en la década de los 80 en El Salvador una labor "humanitaria" como médico de la contra nicaragüense.
Recientes informes del Archivo de Seguridad Nacional estadunidense señalaron que Posada Carriles trabajó en ese país centroamericano para Estados Unidos, en el operativo secreto Irán-contras, por el cual Washington vendía armas a Irán para financiar con esos ingresos a las bandas armadas que combatían al gobierno sandinista.
Posada Carriles -detenido por autoridades migratorias el pasado 17 de mayo al presentarse públicamente ante la prensa de Miami- realizaba las entregas, junto a otro cubano anticastrista, Félix Rodríguez, que participó en el operativo en que se dio muerte al guerrillero Ernesto Che Guevara.
Los salvadoreños Raúl Ernesto Cruz León y Otto René Rodríguez Llerena, presos en Cuba y condenados a muerte, dijeron que Posada Carriles fue quien los envió a la isla para realizar los atentados con bomba en los hoteles.
Posada Carriles estuvo nueve años encarcelado en Venezuela, pero escapó en 1985, cuando se tramitaba una apelación de su caso.