Usted está aquí: miércoles 8 de junio de 2005 Política Abandona el Ejército un campamento que asentó en Los Chorros, Chenalhó

Rastros de que pobladores recibieron de los militares carne de perro en lugar de res

Abandona el Ejército un campamento que asentó en Los Chorros, Chenalhó

La negativa de la tropa a cooperar para una fiesta, posible causa de la salida

ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSAL

Los Chorros, Municipio de Chenalho, Chis., 7 de junio. El Ejército Mexicano retiró el campamento que desde hace más de ocho años mantenía en esta comunidad -considerada cuna de los paramilitares en Chenalhó-, luego de que los habitantes suspendieron a los soldados el agua y la luz en protesta porque se negaron a pagar una cooperación de mil pesos para celebrar la fiesta de la Santa Cruz, el pasado 3 de mayo.

Juan Gómez Vázquez, agente municipal rural de Los Chorros, dijo que entre la población existe descontento, debido a que en días pasados fueron encontrados costales con pieles de perros, lo que a algunos ha hecho sospechar que entre los alimentos que los militares repartían entre la población, pudiera encontrarse la carne de estos animales.

De acuerdo con la información recabada en esta comunidad habitada por más de 3 mil indígenas tzotziles y tzeltales, los 30 soldados de tropa, dos oficiales y el mayor de caballería motorizada a cargo del grupo, Manuel Paz Espinosa, abandonaron sorpresivamente el lugar el pasado 11 de mayo.

Pertenecientes al octavo regimiento de caballería, los soldados habían llegado a ésta y otras 10 comunidades poco después de la matanza de 45 indígenas en Acteal, Chenalhó -el más militarizado de Chiapas, con 11 campamentos-, a manos de paramilitares priístas, con el pretexto de evitar más hechos de sangre.

El agente municipal explicó que antes del 3 de mayo pasado, las autoridades comunitarias solicitaron a los militares que cooperaran con mil pesos para la fiesta de la Santa Cruz, pero como se negaron les cortaron los servicios de agua y luz.

Días después los militares llegaron con los mil pesos, pero las autoridades les dijeron que por haberse retrasado debían pagar 2 mil pesos, ya que se les estaba cobrando una multa. Nuevamente los federales se negaron a pagar.

Luego de unos días, añadió Gómez Vázquez, el mayor llegó para pagar los 2 mil pesos, pero entonces las autoridades le dijeron que por usos y costumbres se había acordado que tenían que pagar el doble: 4 mil pesos.

Además, le dijeron que los habitantes de Los Chorros no habían solicitado la instalación del campamento militar ni los beneficios de la labor social, consistente en cortes de pelo, servicios de salud y alimentación, entre otros, que reciben principalmente los priístas, y que era mejor que se fueran.

Por consiguiente, las autoridades comunitarias solicitaron nuevamente -lo habían hecho meses antes- ante la Secretaría de la Defensa Nacional que el campamento que llegó hace más de ocho años fuera retirado, y de manera sorpresiva, el 11 de mayo los uniformados abandonaron el lugar, sin que ese hecho hubiera trascendido públicamente hasta hoy.

Entrevistado por separado, Manuel Jiménez Ruiz, representante de la organización de la sociedad civil Las Abejas en esta comunidad, aseguró que habitantes de Los Chorros "encontraron en días pasados cueros de perros en costales, y ahí se dieron cuenta de que ese animal lo utilizaron los militares para dar de comer a la población".

-¿Y dónde estaban estos cueros?, ¿dónde los encontraron?

-En una ocasión los encontraron por el puente, abajito, en el río; ahí los hallaron dentro de costales. La población fue a ver qué había, porque ya apestaba y creían que se trataba de seres humanos encostalados, pero al abrir las bolsas vieron que eran cueros de perros que habían tirado ahí los ejércitos.

-¿Y la gente siguió recibiendo comida después de eso?

-Sí, porque algunos no se dieron cuenta de lo que estaban recibiendo.

-¿Y qué les daban?

-Según dicen, porque yo no llego a recibir, daban pollo y carne de res, pero yo creo que no era res, sino perro.

El agente municipal rural, quien regresó a este lugar en 2002 después de haber permanecido desplazado, por ser miembro de Las Abejas, aseveró que además de los cueros encontrados cerca del puente, los militares "tienen enterrados más costales con cueros de perros" en la parte baja del cerro, donde tenían el campamento.

-¿Les dijeron ustedes que habían encontrado costales con pieles de perro?

-Exactamente. Pero no dijeron nada, puro reír eran, ríe y ríe y nada, no nos tomaban en cuenta. Sólo se burlaban.

Gómez Vázquez dijo que los militares trajeron "muchos problemas a la comunidad", como la prostitución y el rompimiento del tejido social. Añadió que el año pasdo dos soldados "violaron a dos mujeres y tuvieron que pagarles 25 mil pesos de multa, pero no fueron enjuiciados por sus jefes, a pesar de que es un delito grave".

Manuel Jiménez, aseguró por su parte que "la mayoría de esta población está conforme con el retiro, ya sólo unas cuantas personas están inconformes porque a algunos les beneficiaba su estancia cerca del campamento, porque vendían abarrotes y daban el servicio de teléfono, y ello representó ingreso para algunos".

"Para nosotros está bien que se hayan retirado los ejércitos, porque no nos beneficiaba para nada. Nos alegra que hayan salido, porque contaminan nuestra cultura con las prostituciones que traen aquí en el poblado. Llegan las prostitutas y algunas mujeres las imitan, a veces por necesidad."

El campamento de los soldados estaba colocado en la parte alta de uno de los cerros ubicados en la comunidad, desde donde podían tener un panorama claro de la comunidad que queda en la parte baja.

En un recorrido se constató que el lugar fue abandonado. Los dormitorios -donde quedan señales de baños y escusados- de madera y láminas, fueron destruidos. Sólo una pequeña choza con la leyenda "casa de visitas" quedó en pie, pero la hierba ha comenzado a crecer en toda el área.

Uno de los tanques que surte de agua la comunidad se localiza precisamente en el cerro, a poca distancia del campamento.

"Ellos utilizaban agua de la comunidad, y cuando disminuía los solados se metían en el tanque a sacar el agua. Eso fue lo que causó molestia a la población, porque cómo es posible que los militares bajaran al tanque de almacenamiento a sacar el líquido", afirmó Jiménez Ruiz.

Dijo desconocer los motivos exactos por los cuales se retiraron los militares. "No puedo precisar el motivo, pero calculo que por estos acontecimientos de que se negaron a cooperar, para que tuvieran derecho a tomar el agua como lo acordó la comunidad, es que se fueron."

 
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