Pobres avances contra mortalidad infantil: reporte de Objetivos de Desarrollo del Milenio
Insta la ONU a naciones ricas a cumplir las metas de lucha contra la pobreza
Una de cada cinco personas sigue viviendo por debajo de las condiciones elementales
Ampliar la imagen Una mujer india pide limosna en una calle de Bombay. A pesar del avance de la econom�del pa�asi�co, todav�400 millones de personas viven debajo de la l�a de la pobreza FOTO Reuters
Nueva York, 9 de junio. Las naciones ricas deben estar a la altura de los compromisos asumidos en 2000 para brindarles a los países pobres más ayuda, alivio en su deuda y beneficios comerciales, o el mundo no alcanzará sus metas antipobreza en los próximos 10 años, dijo la Organización de Naciones Unidas Unidas (ONU). Señaló que millones de personas en Africa son cada vez más pobres y hambrientas.
En un informe sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), la ONU, en los que se planteó reducir a la mitad la pobreza extrema y el hambre en el mundo para 2015, la ONU también indicó avances pobres en la reducción de la mortalidad infantil, al señalar que hay 11 millones de niños menores de cinco años que mueren por causas curables. La meta de los ODM es reducir la mortalidad infantil en dos tercios para el año 2015.
En el plano global, el informe señaló avances en la reducción de la pobreza en gran parte debido al importante progreso en Asia, pero advirtió la grave situación que atraviesa Africa, reflejando las dificultades para satisfacer las necesidades humanas vitales.
"Si las tendencias actuales persisten, muchos de los países más pobres no podrán alcanzar muchos, o quizá ninguno, de los Objetivos de Desarrollo del Milenio", dijo el secretario general de la ONU, Kofi Annan. "Considerando cuánto hemos avanzado, semejante fracaso sería una oportunidad trágicamente perdida", añadió.
Annan recalcó que los intentos internacionales para cumplir con los objetivos de desarrollo son cruciales. "En lugar de sólo fijar los objetivos (...) los líderes (mundiales) deben decidir los pasos concretos para lograrlos", dijo.
La cantidad de personas que sobreviven con menos de un dólar al día en Africa subsahariana aumentó de 86 millones en 1990 a 313 millones en 2001. En total, aproximadamente mil millones de personas -o una de cada cinco- sigue viviendo por debajo de la línea de pobreza.
Estas conclusiones negativas aumentarán la presión sobre los líderes mundiales en momentos en que se acerca la cumbre del Grupo de los Ocho (G8), en la que Africa será un tema principal.
Las perspectivas resultan más positivas en Asia, donde el crecimiento económico en los países más poblados del mundo -India y China- permitió reducir en 250 millones la cantidad de personas sumidas en la extrema pobreza durante el periodo 1990-2001.
La cantidad de personas que padecieron hambre en el mundo fue de 815 millones en 2002, es decir nueve millones menos que en 1990, pero esta reducción no se vio reflejada en el plano global debido al incremento de decenas de millones de personas en esa condición en Africa.
Este también fue el continente que registró la mitad de las muertes de niños menores de cinco años, con sistemas de salud ineficaces, conflictos y sida, que opacaron los avances en la reducción de los niveles de mortalidad infantil en los años 70 y 80.
El informe señaló que el sida y la transmisión de VIH continúan devastando gran parte del mundo, con 3.1 millones de muertes en 2004 y 4.9 millones de nuevos infectados.
Se espera que pese a la ayuda ofrecida por Estados Unidos y Gran Bretaña, en cuanto a condonar la deuda externa de los países africanos, los titulares de finanzas del Grupo de los Siete y Rusia, el llamado G-8, no hayan podido llegar a un acuerdo sobre este tema.
Mientras tanto, el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jaap de Hoop Shefer exigió a la mayoría de los países miembros aumentar sus gastos en defensa para "hacer las fuerzas de combate más móviles y rápidas". Esto coincide con el anuncio de que la mayoría de los socios de la alianza incumplió el objetivo declarado en 2002 de gastar al menos dos por ciento de su producto interno bruto en defensa.