El cantautor español presenta en México su disco Naves ardiendo más allá de Orión
Hoy, la memoria es un valor muy devaluado, dice Ismael Serrano
Lamenta que la visión que se tiene en el extranjero de su país es de una España dividida
El cantautor español Ismael Serrano presentó su nueva producción discográfica Naves ardiendo más allá de Orión, álbum en el que hace una retrospectiva de su vida y donde sigue con su obsesión por la memoria. En entrevista, el madrileño definió: "Es un homenaje a las cajeras del súper, a los albañiles y a los jubilados de mi barrio y mi ciudad. Es también un ejercicio de memoria colectiva, la memoria como un positivo. Es un regreso al origen, es una toma de tierra, recordar de dónde vienes es muy útil para saber a dónde vas, al barrio de mi infancia, a ese legado que ha determinado mi mirada".
Serrano precisa esta última idea: "La memoria es un valor muy devaluado, incluso se habla de ella en términos negativos como si tenerla te convirtiera en un nostálgico que piensa que todo tiempo pasado fue mejor. Imponer el olvido como única terapia para olvidar los problemas. Rescato el valor positivo de la memoria, no sólo por nostalgia sino por sentido común: cuando perdiste todo y no te queda nada, la memoria es tu último patrimonio, tu identidad, tus raíces; es lo que te ayuda a encontrar tu sitio y a entender el momento en que vives y encarar el futuro".
El joven cantautor agrega: "Hay una canción específica en este disco, Dulce memoria, que hace repaso de paralelismos muy inquietantes en la memoria colectiva: el muro de la vergüenza de Palestina me recuerda a los muros de Cracovia; la guerra de Irak me recuerda a la de Vietnam y así muchos ejemplos que revelan que la memoria es un instrumento muy útil, no sólo colectiva sino personal que ayudan a no convertirte en un completo gilipollas. No renunciaría a nada de mi memoria, hay que aceptarse como uno es, lo que no quiere decir que no me arrepienta de cosas que hice, que hubiera hecho de otra forma".
El título del disco está inspirado en la película de Ridley Scott, Blade runner, ya que dijo que existe una relación entre lo que quiso plasmar y el personaje del cyborg Roy, que "es un ser desamparado que desea encontrar la respuesta que todos buscamos".
Otras de las canciones, precisó Ismael Serrano, "hablan de la fragilidad, los planes a futuro, de lo efímero, y recordé que en la película el olvido lo devora todo. Los artistas por eso hacemos música, para que no se pierda, para retener el instante".
Entre el 11-M, la ETA y los Juegos Olímpicos
A la pregunta de cómo se siguen sintiendo los fantasmas del 11 de marzo en Madrid, Ismael aseguró: "Este año pasado ha sido duro en muchos aspectos: guerras terribles, el 11 de marzo, muchas crispaciones en mi país en muchos aspectos y a nivel global también: acudir a los orígenes es rescatar las esencias y enmendar un poco el caos a que uno se enfrenta.
"Madrid respondió de forma ejemplar, quien depositó su rabia los días posteriores en las urnas, no sólo por los atentados sino por la gestión de la información que hizo el gobierno; la gente se sintió engañada y eso se tradujo en un voto de castigo ejemplar porque la gente no permite estar engañada, usar algo tan terrible como herramienta electoral: eso no lo pudimos soportar. Afectó la actividad cultural y de espectáculos, pues no estaban los ánimos de los madrileños para eso. La gente no se paralizó pero tampoco la cegó el odio contra toda la comunidad árabe que existe en Madrid; no hubo represalias racistas, se supo entender quienes habían sido los culpables y en ese sentido fue ejemplar el comportamiento de los madrileños.
"En España, muchos políticos usaron el terrorismo, la política exterior, el problema de la emigración como herramientas electorales, pero además lo hicieron de manera irresponsable en su confrontación parlamentaria, usando el 11 de marzo cada quien a su manera. Fue terrible porque la labor del político es distender las tensiones y diluir los conflictos, pero lo que están haciendo ciertos sectores de la política es tratar de trasladar esa crispación a la ciudadanía cuando no existe, es como si en el cuerpo de bomberos metieras a un pirómano; ahora, en España, hay mucho pirómano político que lejos de apagar el fuego lo aviva".
Serrano, que visita por quinta vez nuestro país, opinó: "Algo que me ha preocupado en esta visita a México es la visión que se tiene de una España dividida que trata de imponer la derecha más reaccionaria, que no es real. El planteamiento que ha hecho el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero sobre una negociación con ETA ha sido abierto y responsable, ha dicho lo que todos los gobiernos anteriores: si ETA deja las armas habrá diálogo, lo mismo que hicieron Felipe González y José María Aznar. Lo que me parece indignante es que la derecha diga que con Aznar sí valía y que a Rodríguez Zapatero le digan mentiroso; lo que se ha hecho es formalizar en el Parlamento algo que se venía haciendo siempre: reuniones con ETA, como lo hizo el gobierno de Aznar, pero ahora resulta que con Rodríguez Zapatero no se pueden hacer. Al Gobierno está tomando decisiones para la búsqueda de esa paz, y me parece terrible que se realice una manifestación en contra de las decisiones del gobierno, lo que revela una ambición de la derecha por recuperar el poder donde todo vale, el poder que, según ellos, les pertenece y que cuando lo pierden se sienten indignados. La visión que tiene la derecha del país es tradicionalmente catastrofista".
Acerca de la candidatura de Madrid para organizar los Juegos Olímpicos mencionó: "Todo Madrid desea que los Juegos Olímpicos vengan, pero algunos lo ven desde un punto crítico. Estaría muy bien que Madrid obtuviera la sede (para Barcelona, sin duda fue muy positivo), sería siempre y cuando se haga algo diferente, con identidad, y siempre y cuando no sea utilizada para la especulación inmobiliaria; que los beneficios fueran para la ciudadanía madrileña y no sólo para los empresarios hoteleros, como suele ocurrir en muchas ocasiones''.
Serrano ahondó en el tema: ''Sí, es muy bonito que vengan los Juegos Olímpicos a Madrid, siempre y cuando se hagan de forma racional, que trasformen la ciudad de forma positiva, se traduzca en trabajo digno, y que cuando acaben queden cosas para Madrid... ese es el reto".