Usted está aquí: sábado 11 de junio de 2005 Política Publicidad, forma de presión a semanario de Guanajuato

Reloj, del noreste del estado, sufrió el veto oficial

Publicidad, forma de presión a semanario de Guanajuato

HUGO BECERRA ENVIADO/LA JORNADA SAN LUIS

Ampliar la imagen Julio Hern�ez (de blanco), en un d�m�de la Marcha por el periodismo necesario FOTO La Jornada

Guanajuato, 10 de junio. La pretensión de desaparecer la crítica o comprar medios informativos con la asignación del gasto público es un rasgo que comparten los gobiernos de San Luis Potosí y los municipales de la región noreste de Guajanuato.

Entrevistado en el kilómetro 121 de la carretera San Luis-Querétaro, Miguel Mejía Hernández, jefe de información del semanario Reloj, que se publica en San José Iturbide y tiene presencia en los ocho municipios del noreste guanajuatense, informó que en aquella región el alcalde de San José, Javier de la Vega Velázquez -ex priísta, ahora de Convergencia-, ordenó no comprar publicidad a la revista.

Igual que en San Luis Potosí, la relación del semanario con el nuevo gobierno se fue desgastando a fuerza de notas incómodas para los servidores públicos, que pronto cambiaron su buena actitud. El jefe de información de Reloj concluyó que los gobernantes quieren que sólo se difunda y se le dé importancia a lo que ellos quieren.

Recuerda que Reloj publicó que en San José Iturbide el alcalde Vega Velázquez se oponía a un table dance no por motivos morales, sino porque tenía intereses empresariales. Desde entonces los recursos públicos de San José Iturbide fueron utilizados para castigar a Reloj.

El alcalde llegó a llamar a sus amigos para que no compraran publicidad al semanario. Además, el edil impulsó un proyecto para fundar un medio de comunicación "a modo" -en la región circula el diario El Correo y el semanario El Noreste, con quienes Reloj lleva una buena relación-, e inclusive hizo llamadas a los provedores del municipio para solicitar su apoyo en la compra de publicidad del futuro medio de comunicación.

Las similitudes entre potosinos y guanajuatenses no terminan ahí. De acuerdo con este testimonio, los pobladores de ambas regiones -que además son colindantes y de origen minero- comparten la calidad de vida miserable en las ciudades y miseria extrema en el campo; además, hay generaciones de familias que monopolizan las alcaldías y cualquier otro puesto público, para luego ser legisladores locales y de ahí llegar a la Cámara de Diputados.

En el noreste de Guanajuato el alcalde de San José de Iturbide es ex funcionario de la Reforma Agraria y el ex alcalde panista de San Luis de la Paz Armando Rangel, ahora es diputado federal.

Mientras, el éxodo de guanajuatenses a Estados Unidos continúa. Según Mejía Hernández la gente sobrevive de las remesas que mandan los migrantes, luego de la ganadería y de los servicios e industria en las ciudades.

Hay ejidatarios inconformes con el Programa de Certificación de Derechos Ejidales. En Xichú, a los indígenas de la Misión Chichimeca (a quienes el entonces gobernador Vicente Fox les impuso una maquiladora textil para acabar con sus movilizaciones), se los come la mancha urbana de San Luis de la Paz -ciudad de 90 mil habitantes-, donde son discriminados y sus tierras comunales peleadas por especuladores.

La Marcha por el periodismo necesario continúa en el noreste guanajuatense, la región más pobre de un estado que ya de por sí es pobre.

Este viernes avanzó los 17 kilómetros que restaban para llegar al entronque de San Luis de la Paz. En este punto se iniciará el avance hacia Querétaro, ciudad ubicada a 77 kilómetros de aquí.

 
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