Aseguran connacionales que no lo volverán a intentar

Arranca programa de repatriación con 94 detenidos en Arizona

GEORGINA SALDIERNA

Cabizbajos y visiblemente cansados, 94 mexicanos detenidos en Arizona, que intentaban ingresar a Estados Unidos, arribaron ayer al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, con lo cual comenzó el Programa de Repatriación Voluntaria al Interior 2005.

Los connacionales llegaron poco antes de las tres de la tarde a la terminal aérea, y fueron los primeros de un flujo que no cesará sino hasta el 30 de septiembre, cuando concluya el plan de repatriación puesto en marcha con el argumento de salvar a los migrantes que cruzan el desierto en la temporada de verano, cuando las temperaturas rebasan 40 grados centígrados, según información de las autoridades mexicanas y de Estados Unidos.

De los 94 compatriotas 16 son originarios de Chiapas, 13 de Oaxaca, 10 del Distrito Federal y otros 10 de Morelos. El resto proviene de Guerrero, Hidalgo, México, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tabasco, Tlaxcala y Veracruz.

A excepción de tres lesionados, uno de ellos mujer, los migrantes llegaron en buenas condiciones de salud.

Al llegar a la ciudad de México, de donde serán trasladados en autobús a sus lugares de origen, los connacionales aseguraron haber recibido buen trato durante el periodo que permanecieron detenidos en Tucson.

También señalaron que fueron informados de la opción de ser deportados a la frontera o al DF, pero que no les fue transmitido un video que se preparó para explicarles a detalle en qué consiste el programa de repatriación.

"No lo volveré a intentar"

Hombres y mujeres de aspecto humilde y quemados por el sol, manifestaron que no volverán a intentar cruzar la frontera, ya que permanecieron durante varios días perdidos en el desierto y a punto de perder la vida. Pero hubo quienes a pesar de las penurias vividas, claramente señalaron que sí buscarán entrar nuevamente al país vecino.

Miguel Rendón, oriundo de la capital de México, es uno de los que dijeron que no intentarán cruzar la frontera nuevamente. Tras cinco días en el desierto, relata que los integrantes de la Patrulla Fronteriza tienen "muchos sensores"; saben dónde andan los migrantes y "nada más los están esperando para detenerlos".

Otro de los connacionales narró cómo fue abandonado por los polleros en el desierto luego de que cobraron dos mil dólares para pasarlo a él y a otras personas.

Hugo Sacha Flores relató, por su parte, que se perdió en el desierto de Arizona, y que si no hubiera sido rescatado, "quién sabe qué me hubiera pasado", pues debido al esfuerzo que hizo se lastimó las piernas y estaba imposibilitado para seguir caminando.

Cuando se le preguntó si volvería a intentar cruzar la frontera, afirmó: "Lo pensaría muy bien. En el desierto tuve miedo; estaba solo, grité, pero nadie me escuchaba. Fueron momentos difíciles que no quisiera volver a pasar", subrayó.

Cuando un reportero estadunidense le preguntó las razones por las cuales se fue de México, se le descompuso la cara, y molesto hizo referencia a la mala situación económica por la que atraviesa en el país.

Lo mismo señaló María Luisa Sánchez, quien sufrió una fractura en el tobillo al caer en una zanja; manifestó que si en México hubiera respaldo para las mujeres no tendrían que arriesgarse a cruzar el desierto. "Desgraciadamente el gobierno no nos apoya", puntualizó.

Por su parte, la comisionada del Instituto Nacional de Migración, Magdalena Carral, consideró que es difícil estimar cuántos migrantes serán repatriados por medio de este programa debido a su carácter voluntario.

En esta ocasión fueron entrevistados 200, y 94 decidieron regresar a sus lugares de origen; el resto fue deportado a la frontera.