Mujeres piden promover programas y políticas agrarias con perspectiva de género
Buscará UNORCA pactos con frentes sociales y sindicales en apoyo al campo
Ampliar la imagen Uno de los m�de 2 mil delegados en la asamblea de la UNORCA, celebrada en la Sala de Armas de la Magdalena Mixhuca FOTO Carlos Ramos Mamahua
Con una nueva dirigencia nacional, encabezada por Olegario Carrillo Meza, la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA) refrendó su compromiso con los principios históricos de la organización: defensa de su autonomía política, respeto a la pluralidad ideológica y solidaridad con grupos campesinos democráticos, con el propósito de construir alianzas con frentes sociales y sindicales que permitan incluir la agenda campesina e indígena como tema central del nuevo modelo de nación y de la transición democrática.
Carrillo Meza, heredero de una larga tradición por la defensa de la tierra en el Valle del Yaqui y ex diputado local y presidente municipal en Sonora, afirmó que la nueva directiva "privilegiará la comunicación y el diálogo con todas las agrupaciones campesinas, para enfrentar una coyuntura político-electoral fortalecidos como organización, con un proyecto claro y viable para el campo nacional, sin establecer privilegios de unos cuantos, sino trabajando unidos por el derecho a una vida digna para todos".
En la clausura de la décima asamblea nacional de delegados y representantes, a la que asistieron más de 2 mil delegados de todo el país, se ratificó la elección como integrantes de la Comisión Ejecutiva Nacional de Brígida Chautla, dirigente nacional de la Asociación Mexicana de Mujeres Organizadas en Red; Rogelio Alquisiras, de Guerrero; América Torres y Mario Hernández, de Chiapas; Carlos Ríos, de Chihuahua; Cruz Valles, de Durango; Servando Olivarría, de Sinaloa, y el propio Olegario Carrillo, dirigente estatal por Sonora.
En los resolutivos finales se estableció como agenda de trabajo quinquenal el fortalecimiento de la organización bajo un esquema de solidaridad con todas las organizaciones campesinas, garantizar el acceso de mujeres y jóvenes a espacios directivos, así como proveer de capacitación y asesoría a empresas agrícolas comerciales, para "aprovechar todos los programas y proyectos públicos nacionales e internacionales que beneficien a los pequeños productores".
También se incluyó como tarea fundamental establecer campañas por la defensa del ejido, la comunidad y la posesión de la tierra, e incrementar su participación en el ordenamiento campesino del territorio y el manejo de microcuencas. Reiteraron su lucha por una agricultura libre de transgénicos y el acceso de todos los campesinos a los servicios de bienestar social.
Mujeres y democracia
Cientos de campesinos reunidos en la Sala de Armas de la Magdalena Mixhuca reiteraron su llamado para establecer una directiva nacional "capaz de cumplir sus promesas, que ejerza un liderazgo democrático, que informe con veracidad a las bases y cuente con dirigentes capacitados y eficientes en el plano político", pues advirtieron que "su deber es representar nuestros intereses más allá de grupos o fuerzas internas, y establecer una adecuada y efectiva comunicación con todos los dirigentes estatales, que permita difundir los proyectos productivos prioritarios para cada una de las organizaciones".
En un pronunciamiento colectivo, mujeres campesinas de diversos estados del país exigieron más espacios de equidad en la directiva nacional y una visión del campo mexicano abierta a las mujeres, porque "no queremos ser menos que los hombres; sin embargo, muchas de nosotras aún no tenemos acceso a la tierra, trabajamos doble jornada, padecemos más enfermedades y vivimos el abandono de los hombres por la migración".
UNORCA, afirmaron, debe abrir espacios para hacer visibles los graves problemas de salud, educación, pobreza y marginación que vive la mujer campesina, impulsando "espacios de dirección alternativos donde se promueva programas y políticas agrarias con perspectiva de género".
Los integrantes de UNORCA exhortaron a todas las fuerzas políticas, económicas y sociales de México a establecer un pacto de gobernabilidad que permita garantizar la estabilidad del país en las próximas elecciones federales de 2006. También exigieron a las fuerzas políticas y a los próximos candidatos presidenciales "asumir un verdadero compromiso con el campo y sus trabajadores", para aplicar su agenda de trabajo "con un gobierno equitativo y democrático".