En México, la cifra oficial es de 3.3 millones, 600 mil menos que hace una década
OIT: 246 millones de niños laboran en el mundo; uno de cada 8 peligra
Ampliar la imagen La OIT alert�bre la gravedad del trabajo infantil en el mundo, en tanto la Secretar�del Trabajo asegur�e el n� de menores trabajadores en M�co se redujo desde 1996. En la imagen, un ni�ampesino en Sinaloa FOTO La Jornada
Como cada año, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) emitió la alerta sobre los peligros del trabajo infantil, problemática que involucra a 246 millones de menores en el orbe. Este año el recordatorio pone énfasis en un millón de pequeños que laboran en minas y canteras, de los cuales 40 por ciento vive en América del Sur.
Agitar conciencias entre la comunidad internacional parece ser la única alternativa de la OIT ante la incapacidad de los gobiernos para prohibir y sancionar a los empleadores, pero sobre todo ante la pobreza y desempleo de los adultos, que obliga a los niños a incorporarse a labores económicas para ayudar a la supervivencia familiar.
Excavar para sobrevivir es la suerte de cientos de miles de menores que, en el camino, han abandonado la posibilidad de asistir a la escuela. No sólo se trata de millones que ayudan a sus padres por tradición o necesidad, sino de prácticas calificadas por la OIT de explotación y esclavitud. Uno de cada ocho labora en actividades que entrañan algún tipo de peligro.
Son menores de entre cinco y 17 años que devengan bajos o nulos salarios en condiciones dramáticas, lo mismo en la manipulación de explosivos, cargas pesadas, sustancias tóxicas, que en trabajos con equipos peligrosos.
Pequeños mineros
En Perú, justo de donde emana el informe regional de la OIT, Braulio, un adolescente de 14 años, trabajaba como quimbaletero o picador de piedra en las minas de La Rinconada.
El año pasado, cuenta, hubo un día en el que no se sintió bien. "Estaba muy cansado y me caí varias veces mientras trabajaba. A la salida de la mina se volteó la carretilla y todo el mineral se cayó, y justo me estaba mirando el capataz, quien me pateó muy fuerte por eso".
En Guatemala, las familias pobres se ganan la vida picando piedra volcánica. Juan Carlos, de 17 años, empezó a hacer este trabajo a los ocho. Muy lejos de aquí, en Mongolia, Tanzania, las historias se repiten, aunque han encontrado apoyo de los grupos internacionales, aunque no todos corren la misma suerte.
En México, unos 3.3 millones de niños trabajan, es decir, 600 mil menos que en 1996, según cifras oficiales. Pese a la ligera disminución, la pobreza sigue siendo el principal factor que obliga a las familias a ocupar o permitir el empleo de menores y su explotación.
Previo al Día Mundial contra el Trabajo Infantil (que se conmemora mañana), la representación de la OIT en México y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) hicieron un llamado a la población para que tome consciencia de que fomentar el em-pleo de niños es una condición para perpetuar la pobreza, debido a la deserción escolar que genera.
Ambas instituciones pidieron a sindicatos y trabajadores que denuncien el trabajo infantil en industria, comercio y servicios.
Un caso reciente de esta situación ocurre en la fábrica Rubie´s, que manufactura disfraces para las muñecas Barbie, marca propiedad de la trasnacional Mattel.
Obreros y obreras de esa planta, ubicada en Tepeji del Río, Hidalgo, realizaron ayer una manifestación frente a las oficinas de la OIT para exigir su intervención en el caso.
El trabajo infantil no conmueve
"Las cifras (de niños que trabajan en el mundo, 246 millones) no conmueven, no es un hecho noticioso, sólo parte de la estadística. Pero si esto no conmueve, entonces, ¿qué conmueve a los gobiernos? El ritmo de decrecimiento de este indicador es muy lento, en la medida en que está vinculado al proceso de la pobreza", advierte Guillermo Miranda, director de la OIT para México.
Por su parte, la directora ge-neral de Equidad y Género de la STPS, María Reyes, admitió que el trabajo infantil en empresas se da justo en donde las autoridades federales y estatales no llegan, por lo que será necesario fortalecer la supervisión para detectar y sancionar a las industrias infractoras.
La funcionaria señaló que el gobierno reconoce la existencia de este fenómeno, que se adjudica a la pobreza, aunque la concientización de que es violatoriode la legislación laboral y de que "no es normal", ha hecho posible un descenso gradual.
La Ley Federal del Trabajo prohíbe el trabajo de personas menores de 14 años y establece condiciones especiales -menores jornadas y permiso expreso de los padres- para los menores de 16.
Trabajo o educación
Con cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática y de la Encuesta Nacional de Empleo, Reyes precisó que uno de cada seis menores de entre seis y 14 años desempeñan alguna actividad laboral. Una cuarta parte es ocupada en actividades "económicas o domésticas" y, en consecuencia, no asiste a la escuela.
La mayoría de infantes trabaja sin remuneración, en negocios familiares o labores agropecuarias. En este sector hay 374 mil que trabajan en el campo, regularmente en condición de mi-grantes, de los cuales 40 por ciento no sabe leer y escribir.
Casi la mitad de los 3.3 millones de niños trabajadores reconocidos oficialmente se ocupan en el campo, 20 por ciento son artesanos o ayudantes de obreros y 14 por ciento vendedores am-bulantes o comerciantes. Estadísticamente, 1.8 millones realizan trabajo doméstico. De este grupo, 30 o 40 por ciento son adolescentes de entre 12 y 14 años.
La mitad de menores trabajadores se concentra en Veracruz, Chiapas, Puebla, México y Jalisco, mientras que en Baja California Sur, Aguascalientes, Colima, Quintana Roo y Querétaro hay menor incidencia.
Reyes consideró que los programas gubernamentales -de las secretarías de Desarrollo Social, Trabajo y DIF, en coordinación con la OIT- han dado "buenos resultados", porque están enfocados a sensibilizar a la población de los efectos negativos del trabajo en menores.
La OIT realizará en noviembre un encuentro en Argentina para fijar una estrategia que permita ubicar a América Latina "como una zona libre de trabajo infantil"