Usted está aquí: sábado 11 de junio de 2005 Cultura Recrean en una coreografía el caos de los aeropuertos

Estreno mundial de tres solos de Antonio Salinas

Recrean en una coreografía el caos de los aeropuertos

Miroirs y Deseo, obras que complementan la temporada de la Compañía Nacional de Danza en Bellas Artes

ANGEL VARGAS

Ampliar la imagen Escena de Miroirs, coreograf�del canadiense Mark Godden, que presenta la Compa�Nacional de Danza en el Palacio de Bellas Artes FOTO Luis Humberto Gonz�z

De la ilusión a la desesperanza, de la certeza a la incógnita. La alegría y el olvido. La llegada o la partida. Innumerables y diversas son las atmósferas físicas y emocionales que se generan en las salas y pasillos de un aeropuerto.

Paisajes y situaciones cotidianos fueron interiorizados por el coreógrafo Antonio Salinas para transformarlos en imágenes frenéticas y emotivas, dotadas en no pocos momentos de una fuerte carga estresante y sentido deliberadamente caótico.

Reposición de Deseo

La obra Aeropuerto-Aiport incluye tres solos: Esperando vuelo R29 Varanes, Boarding Pass RM90/Gate 4 y Tokio-Cardamo-Tijuana, en los que el joven creador mexicano reflexiona sobre esos fugaces momentos previos o posteriores que se viven en las terminales aéreas antes o después de un viaje, para deli-near así una crítica de la forma de vida moderna.

La soledad, la prisa, la espera, el hartazgo, o bien la alegría, la emoción y expectativas se suceden de un instante a otro, inclemente e imprevistamente, sin más parafernalia visual que el cuerpo y la plasticidad de los movimientos de cada uno de los tres bailarines solistas, apoyados por el juego de luces y el uso de maletas.

En lo que representa su estreno mundial, Aeropuerto-Aiport forma parte del cartel que actualmente presenta la Compañía Nacional de Danza (CND) en el Palacio de Bellas Artes, programa en el que, además de la reposición de la coreografía Deseo, aparece otro estreno, aunque éste nacional.

Se trata de Miroirs, del canadiense Mark Godden, pieza de profundo y bello contenido fantasioso y dramático, tendiente a la melancolía y la invocación de la nostalgia.

Coreografía inspirada por la música de Maurice Ravel y las imágenes literales que dan título a cada uno de los cinco movimientos que la integran: Libélulas, Pájaros, Una barca en el océano, Alborada del gracioso y El valle de las Campanas.

Sea con solos, dúos o tríos, el espectador puede apreciar una creación enternecedora y estremecedoramente íntima, saturada de movimientos e imágenes gráciles, tersos, poéticos, tan sublimes e intensos como la sensación de un beso.

Reflejos e ilusiones

Apoyados por una iluminación que mantiene el escenario en la semioscuridad, los bailarines reproducen la fascinante sensación del cuerpo humano situado frente a un espejo. Reflejos e ilusiones, encuentros y desencuentros, fragmentación de lo real y principio de lo mágico. Deseo es acaso la coreografía más explícita, en su desarrollo, de las tres que presenta en esta breve temporada la CND, que dirige Dariusz Blajer.

Original de James Kudelka, quien la creó para Les Grands Ballets Canadiens, consiste en la escenificación de un baile en el que siete parejas celebran la pasión, el placer y el deseo, bajo la luz de la luna.

La temporada de la agrupación dancística en el Palacio de Bellas Artes culminará este domingo, a las 17 horas, en lo que será la tercera y última función de este programa de estrenos.

 
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