Plantean que México coopere en los gastos de seguridad social de indocumentados
"Muy difícil" pensar en legalización de migrantes, señalan congresistas de EU
Acusan a legisladores panistas de acudir como "voceros de Fox y recoger las migajas de la mesa"
Ampliar la imagen Los legisladores estadunidenses y mexicanos durante la reuni�nterparlamentaria FOTO Notimex
Newport, 11 de junio. La 44 Reunión Interparlamentaria México-Estados Unidos concluyó con un mensaje claro de los congresistas estadunidenses: "Es muy difícil" pensar en un acuerdo que legalice a los millones de indocumentados residentes aquí, ya que la migración a partir del 11 de septiembre de 2001 se convirtió "en un problema de seguridad nacional". El temor es que, además de indocumentados y narcotraficantes, pasen también terroristas por la frontera común, sostuvieron los republicanos John Cornyn y Jim Kolbe.
"Nadie puede subestimar los sentimientos que hay en Estados Unidos sobre la migración ilegal luego de los atentados del 11 de septiembre", recalcó Kolbe, el representante de Arizona.
En el último día de trabajos, además de la molestia de la mayoría de los integrantes de la delegación mexicana por la actitud de los panistas "que acudieron como voceros de Fox" y hablaron de logros inexistentes, hubo un debate fuerte entre las dos delegaciones por el tema de justicia, ya que el representante demócrata Howard Berman llevó un estudio donde se establece que México sigue siendo el principal punto de tránsito de drogas hacia Estados Unidos.
En la clausura del acto, el presidente de la delegación de Estados Unidos, el senador republicano John Cornyn, reiteró que su propuesta de legislar para ofrecer sólo trabajos temporales a los migrantes es una de las opciones políticas que podrían pasar en el Congreso de Estados Unidos. Mientras, Kolbe planteó que el gobierno mexicano debe colaborar para el pago de los costos de la seguridad social de los indocumentados, ya que los hospitales erogan cifras millonarias.
Entre las señales de buena voluntad que México podría hacer está, precisó Kolbe, colaborar con los gastos de seguridad social de los indocumentados, porque, dijo, los hospitales gastan mucho en el servicio médico a los ilegales. Mencionó los 12 millones de dólares erogados por un hospital de Tucson en indocumentados extranjeros, "que el sistema de seguros para pobres no le puede rembolsar, porque los beneficiados no son ciudadanos".
Sin embargo, cuando se le preguntó si regresarán los 25 mil millones de dólares de aportaciones a la seguridad social de los migrantes, Kolbe respondió que "el problema es que no sabemos quiénes son los trabajadores ilegales, no sabemos dónde viven, si cumplen con sus impuestos".
En la ceremonia de clausura del encuentro, la diputada panista Adriana González Carrillo, copresidenta de la delegación mexicana, sostuvo: "el tema migratorio nos deja absolutamente satisfechos; el ánimo, la percepción y la madurez del tema han llegado a un punto que seguramente estará dando resultados muy pronto".
En los senadores y diputados de PRI y PRD causó molestia el discurso de la joven panista, quien junto con su compañero de bancada Héctor Osuna Jaime estuvo al frente de la delegación mexicana, ya que la senadora priísta Silvia Hernández debió regresar a México la noche anterior.
El diputado Jesús González Schmal, de Convergencia, consideró "lamentable" el discurso de Adriana González, ya que, dijo, no hubo un avance concreto en materia de migración, pese a la preocupación "que expresamos".
Deploró que González haya asistido "como vocera del gobierno de Fox, para recoger las migajas de la mesa".
Un día antes, durante la discusión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el debate se dio entre los propios mexicanos, ya que la mayoría de los legisladores refutaron la exposición del diputado también panista Gustavo Madero, quien expuso un panorama totalmente distinto sobre la economía mexicana y los efectos de ese acuerdo comercial. Hubo un momento, relataron algunos de los asistentes, en que los congresistas de Estados Unidos se quedaron callados, mientras los invitados discutían entre sí.
Esta mañana se llevó a la mesa el último punto de la agenda, el de seguridad y procuración de justicia, donde el debate subió de tono, sobre todo porque la delegación de Estados Unidos aludió con preocupación al incremento de la violencia en algunos estados mexicanos del norte -debido a los ajustes de cuentas entre narcotraficantes- y a la inseguridad en la frontera sur. El representante Howard Berman presentó un reporte del Congreso en el que se señala que México sigue siendo el principal punto de tránsito de varias drogas a Estados Unidos, entre ellas heroína, cocaína, metanfetaminas y mariguana.
El diputado priísta Carlos Jiménez Macías precisó en entrevista que "de manera muy respetuosa" les hicieron notar a los congresistas estadunidenses que en forma alguna querían estar en el banquillo de los acusados" y que en el tema del narcotráfico la solución debe ser conjunta, porque Estados Unidos es el principal consumidor.
González Schmal definió muy bien la estrategia de los anfitriones: "Primero, para suavizarnos, aluden a la cooperación del gobierno mexicano, para luego cargarnos la responsabilidad". Sin embargo, precisó que él les preguntó dónde están los capos de la droga encarcelados en Estados Unidos, porque aquí están los grandes delincuentes dedicados a la distribución de drogas y siguen libres".
Al final, en la conferencia conjunta, el estadunidense John Cornyn recalcó que entiende la importancia que los mexicanos dan al tema de la migración, y al final "pudimos persuadirlos" que "para nosotros es un asunto de seguridad nacional y también económico".
Insistió en que se requieren medidas para apoyar el desarrollo de México, entre ellas los fondos de inversión, e impulsar iniciativas para proteger a los migrantes, pero "es nuestro derecho brindar seguridad al pueblo de Estados Unidos, asegurar nuestra nación contra las amenazas del terrorismo internacional".
El senador Cornyn aclaró que "nadie cree en Estados Unidos que los mexicanos pudieran llegar a cometer actos terroristas aquí", pero por el mismo camino que pasan de manera ilegal a territorio estadunidense narcotraficantes y enganchadores de indocumentados, pueden hacerlo también los terroristas.
Después, Kolbe recalcó que es "muy difícil" el clima para un acuerdo migratorio que legalice a los millones de mexicanos residentes en esta nación. La insistencia de sus votantes, dijo, es que los legisladores enfrenten el tema como de seguridad nacional.
Los únicos espacios que abrieron, según comentaron los senadores priístas Oscar Luebbert y Germán Sierra, es que México mande buenas señales a la opinión pública de Estados Unidos, con acciones para combatir la delincuencia y reforzar la seguridad en sus fronteras.