Acusan de corrupción a Gloria Macapagal Arroyo
Exigen miles en Filipinas la dimisión de la presidenta
La movilización, organizada por la Iglesia católica
Ampliar la imagen Los cerca de 5 mil manifestantes que demandaron la renuncia de la presidenta se concentraron en la plaza del centro de Manila FOTO Reuters
Manila, 11 de junio. Miles de personas y grupos respaldados por la Iglesia católica y líderes de oposición se manifestaron hoy en Manila para pedir la dimisión de la presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, por denuncias de corrupción.
Los manifestantes cantaron consignas en las que exigían la dimisión de Macapagal Arroyo para evitar la división del país e impedir que caiga en la anarquía.
Cerca de 5 mil manifestantes se congregaron en la plaza del centro de la capital para escuchar los discursos de los líderes de la oposición, luego de la divulgación, esta semana, de la grabación de una conversación con un funcionario electoral acerca de un posible fraude en los resultados de las elecciones presidenciales del año pasado.
También una comisión investigadora del Senado ha escuchado denuncias de que el esposo de Macapagal, su hijo y su cuñado recibieron comisiones por juego ilegal.
"Macapagal Arroyo no tiene motivos para mantenerse en la presidencia", sostuvo Renato Reyes, líder de la opositora Nueva Alianza Patriótica.
Ignacio Bunye, vocero presidencial, expresó que Macapagal Arroyo es impasible a las tácticas empleadas por sus críticos para sabotear su agenda de reformas, y aseguró que el gobierno está listo para enfrentar cualquier reto y "mantener la verdad y la ley sin vacilaciones".
"Estos elementos descarriados odian a la presidenta, pero les preguntamos: ¿tienen a algún líder alternativo o una plataforma de gobierno qué ofrecer?", planteó Bunye en un comunicado.
La mandataria celebró hoy una recepción diplomática después de intentar consolidar a sus partidarios mediante reuniones con cientos de funcionarios locales, líderes de su partido político y con un grupo de ministros protestantes.
Cientos de agentes antidisturbios se desplegaron en la capital ante la manifestación, que fue organizada por la Iglesia, poderosa en el país, donde la mayoría de la población es católica. Los soldados también vigilaron las autopistas que llevan a la capital y el palacio presidencial se convirtió en una fortaleza.
La Iglesia católica ha expresado su cólera sobre lo que dice es una corrupción incontrolada del gobierno de Macapagal Arroyo y ha expuesto los presuntos vínculos entre la familia de la presidenta y el juego ilegal.