Walter Arrighi: no sanearon las finanzas de los sistemas de seguridad social
Especialista argentino advierte del fracaso de las cuentas individuales en las pensiones
El Estado debe garantizar un retiro digno para los trabajadores, asegura el funcionario
Las cuentas individuales para el retiro no han sido una buena alternativa para sanear las finanzas de los gobiernos de distintas naciones ni de las instituciones de seguridad social, pues incumplieron la expectativa de que ayudarían a incrementar el ahorro interno e impulsar el mercado de capitales, afirmó Walter Arrighi, jefe de gabinete y director de Programación Económica de la Seguridad Social de Argentina.
De acuerdo con la experiencia acumulada en este país sudamericano durante la década pasada con el régimen de capitalización de fondos de pensiones, el especialista aseguró que tampoco ha sido fructífera la decisión de hacer obligatoria la incorporación de todos los trabajadores a ese esquema, porque las aportaciones de quienes perciben salarios bajos no alcanza para que al final de su vida laboral obtengan una pensión digna.
El funcionamiento de las administradoras privadas durante este periodo ha puesto de nuevo en la mesa de discusión la necesidad de que el Estado retome su obligación frente a los ciudadanos y evalúe qué es lo que más conviene a los trabajadores, indicó.
La responsabilidad del Estado
Por ahora carece de sentido que los recursos estén en instituciones privadas, pues cobran comisiones, invierten en títulos públicos y deben devolver esos ahorros con rentabilidad. En estas circunstancias, el Estado está comprometido a financiar el sistema de pensiones, sea por la baja rentabilidad o porque el monto de las cuotas es insuficiente para garantizar una pensión que satisfaga las necesidades de los empleados en retiro.
Arrighi participó en el Encuentro Internacional Criterios Jurídicos en Materia de Seguridad Social, que se celebró esta semana en la ciudad de México. En entrevista con La Jornada planteó la necesidad de elaborar una nueva teoría de los derechos sociales de las personas.
La falta de efectividad de los sistemas de seguridad social, explicó, genera desconfianza de los trabajadores en el gobierno, y a la larga eso podría desembocar en crisis sociales.
El caso de los regímenes de pensiones es uno de esos factores, dijo. Su ineficiencia empieza a crear ese clima de incertidumbre, principalmente entre quienes observan que sus padres se jubilan con un salario ínfimo, dentro del esquema de capitalización que no atiende sus necesidades elementales.
Sobre este punto, el funcionario propuso que los regímenes pensionarios incorporen diferentes montos de aportaciones con base en la edad del trabajador, y que los niveles salariales bajos se rijan por un esquema distinto a las cuentas individuales, porque ésta no ha sido la mejor opción para ellos, reiteró.
Carencia de cultura del ahorro
Al insistir sobre el tema de las cuentas individuales para el retiro, Arrighi comentó que la falta de una cultura de ahorro en los países en desarrollo también es un problema, pues esos esquemas tienen su fundamento en el ahorro y la inversión.
Las autoridades no deben perder de vista su responsabilidad de evaluar las leyes vigentes y, cuando corresponda, impulsar reformas para adecuarlas a la realidad, sostuvo.
Respecto de las crisis financieras de las instituciones de seguridad social, el experto consideró que los cambios legales deben efectuarse con el consenso de los actores involucrados, para evitar medidas extremas que no resuelven la problemática y, en cambio, conllevan la pérdida de los derechos de los empleados.
Es común, comentó, que cuando se agudizan las crisis financieras en estas instituciones se apliquen acciones como el retiro voluntario, en el cual el trabajador recibe una suma de dinero a cambio del derecho adquirido de obtener una pensión en el futuro.
Para Walter Arrighi esta sustitución de derechos perjudica a las personas que, sin experiencia en negocios e inversiones, pierden ese dinero.
Lo más conveniente sería, insistió el especialista argentino, que periódicamente se evaluaran las reformas aprobadas para resolver una crisis, tomando en cuenta las opiniones de diferentes sectores involucrados, y analizar si actualmente son la mejor alternativa.