La dirige el cardenal Norberto Rivera Carrera
Una sociedad, fachada para ceder el Oratorio de San Felipe
Participaron Fox y su esposa: trabajadores de la SFP
La Arquidiócesis de México pretendió ocultar la cesión en comodato del Antiguo Oratorio de San Felipe Neri el Viejo bajo la fachada de una ''sociedad'' denominada Asociación del Patrimonio Artístico Mexicano, que no sólo dirige el cardenal Norberto Rivera Carrera, sino tiene la misma dirección que la Curia donde despacha el prelado: Durango 90. También es la sede del denominado Centro Ecuménico para la Conservación y Promoción del Patrimonio Artístico y la Comisión de Arte Sacro de la Arquidiócesis de México.
Todos esos centros los preside el presbítero Armando Ruiz Castellanos, quien no sólo participó en las negociaciones con la Secretaría de la Función Pública para la cesión del edificio, incluido en la lista de inmuebles históricos de propiedad federal, sino será el encargado del Museo de Arte Sacro, encubierto también bajo la ''sociedad'' denominada Instituto Manuel Toussaint.
Además, en esta operación, la participación del presidente Vicente Fox y su esposa, Marta Sahagún, en la entrega en comodato del Antiguo Oratorio de San Felipe Neri el Viejo a la Iglesia católica, es tan conocida por los trabajadores de la Secretaría de la Función Pública que un vigilante de esa dependencia relató brevemente: ''La señora presidenta Marta ya le regaló el edificio que está en República de El Salvador 47 a los curas, para que hagan su museo''.
No obstante que el cardenal Rivera Carrera afirmó que la arquidiócesis no está involucrada en la cesión del Antiguo Oratorio de San Felipe Neri el Viejo, emitió un documento a través de la denominada Asociación del Patrimonio Artístico Mexicano -relacionada con el Instituto Nacional de Antropología e Historia- donde confirma que encabeza el proyecto para la apertura de un museo de arte sacro en República de El Salvador 47:
''Cuenta con la simpatía y colaboración de otras instituciones y personajes. Estamos en contacto con las autoridades académicas del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, CNCA, INAH, INBA, y con algunas instituciones privadas, como el Museo Soumaya. La principal dificultad estriba en la falta de recursos económicos para solventar el proyecto, por lo que buscamos conformar un comité financiero.''
Ante la negociación oculta entre la Secretaría de la Función Pública y la Arquidiócesis de México, así como las dudas que provocó la contradicción entre el representante de la arquidiócesis, Armando Ruiz, y la dependencia, La Jornada buscó al director del Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin), Juan Pablo Gómez Morín, pero su vocero informó que en el momento de la solicitud se encontraba en una reunión en la Secretaría de Agricultura. ''Pero si quiere podemos ofrecerle una entrevista la próxima semana.''
La Dirección General de Patrimonio y Mobiliario Federal, que también participó en la entrega del inmueble por parte del Indaabin, tiene como objetivo ''lograr el óptimo control y aprovechamiento del patrimonio inmobiliario federal, reconocido por la administración pública federal por sus acciones estratégicas, administración transparente, control eficiente y modernización administrativa realizadas a favor del patrimonio inmobiliario federal.''
La contradicción en esa dependencia es evidente, porque si bien su trabajo consiste en la conservación del patrimonio de la administración pública federal, también en sus estatutos incluye ''asesorar, capacitar y dar orientación en materia inmobiliaria a las asociaciones religiosas que tienen en uso inmuebles de propiedad federal''.
El centro de la irregularidad obedece a que la Función Pública obligó a la Secretaría de Hacienda a desalojar en menos de tres meses un inmueble que había ocupado desde hace 35 años y que hasta el miércoles pasado fue la sede de la Dirección de Banca de Desarrollo.
Y al ser afectado el patrimonio de Hacienda por la decisión de la Secretaría de la Función Pública, este diario buscó a la vocera de Francisco Gil Díaz, Isabel Suárez, para conocer la postura oficial de la dependencia sobre el comodato. No obstante, la funcionaria no pudo ser localizada por su asistente Diana Jiménez.
La contradicción de la Dirección de Patrimonio se sustenta en sus propias atribuciones legales porque, como establecen sus documentos de operación, está facultada para ''requerir la entrega y, en su caso, tomar posesión administrativa de los inmuebles propiedad del gobierno federal que no utilicen las dependencias y entidades de la administración pública... detectar inmuebles federales sin uso, utilizados parcialmente, ocupados por terceros legal o ilegalmente, y efectuar su plena identificación física mediante cédulas, levantamientos topográficos, deslindes y fotografías, evaluar su grado de aprovechamiento y analizar su situación jurídica''.
Por tal razón, el diputado del PRD Inti Muñoz Santini, quien también confirmó la suscripción del comodato, anunció que presentará un punto de acuerdo el miércoles en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión para exigir que el edificio sea devuelto al patrimonio de Hacienda e investigar a través de una comisión legislativa los detalles del trato entre la Función Pública y la arquidiócesis.
''Resulta sorprendente la celeridad con que se puso en manos de la Iglesia católica, de nueva cuenta, un inmueble propiedad de la nación, con el supuesto propósito de preservar el patrimonio histórico de carácter religioso. Esto debe ser tarea fundamental e indelegable del Estado; para eso están el INAH y las leyes federales en la materia'', sostuvo.
Muñoz exigió que los secretarios de la Función Pública, Eduardo Romero Ramos, y de Educación, Reyes Tamez, así como la directora del Conaculta, Sari Bermúdez, y el nuevo director del INAH, Luciano Cedillo, expliquen por qué se entregó un edificio histórico a la Iglesia católica para instaurar un museo de arte sacro. ''También convocamos a los especialistas y a los académicos a dar un debate sobre este tema.''
El 15 de agosto de 2001, la Comisión Pontificia para los Bienes Culturales de la Iglesia, del Vaticano, dio a conocer la Carta Circular sobre la Función Pastoral de los Museos Eclesiásticos. En ese texto, la cabeza de la Iglesia católica estableció los lineamientos ''para salvaguardar la memoria''.
La conservación de las piezas, ''ya que reúne -el museo- todas aquellas obras que, por dificultad de custodia, procedencia desconocida, alienación o destrucción de las estructuras a las que pertenecían, deterioro de las estructuras de procedencia o peligros diversos, no pueden permanecer en su lugar originario; la investigación sobre la historia de la comunidad cristiana, ya que la ordenación museológica, la elección de las piezas y su colocación tienen que reconstruir y describir la evolución temporal y territorial de la comunidad cristiana; evidenciar la continuidad histórica, dado que el museo eclesiástico debe representar, junto con las demás huellas del pasado, la memoria estable de la comunidad cristiana, y al mismo tiempo, su presencia activa y actual; y el encuentro con las expresiones culturales del territorio, ya que la conservación de los bienes culturales debe tener una dimensión católica, es decir, tomar en consideración todas las presencias y las manifestaciones de un territorio''.
Modelo del Vaticano
El Vaticano también establece que el museo eclesiástico deberá contar, en primer lugar, ''con una sede propia en un edificio, en la medida de lo posible, de propiedad eclesiástica. En muchos casos se trata de un edificio de gran valor histórico-arquitectónico, que por él mismo ya individualiza y caracteriza el museo eclesiástico''.
Tales lineamientos son seguidos por la Arquidiócesis de México en el Instituto Manuel Toussaint, y éstos se refieren de la siguiente forma en el documento de la Asociación del Patrimonio Artístico Mexicano:
''Area académica: es la responsable de los cursos teóricos y los proyectos de investigación. Pensamos impartir diplomados y más adelante maestrías. Los temas están relacionados con la historia del arte religioso, la iconografía e iconología, la historia de la liturgia, entre otros. En estrecha relación, hay un proyecto de inventario y catalogación del patrimonio artístico.
''Area de talleres: tiene por objeto alentar la creación artística, tanto a nivel de la arquitectura, la pintura y la escultura, al igual que las conocidas como artes aplicadas: orfebrería y textiles, principalmente. La misión de los talleres no es crear nuevas academias, sino fomentar una nueva sensibilidad. Por eso, aquí es muy importante que los profesores se identifiquen plenamente con los ideales del instituto.
''Area de restauración: una de las funciones primordiales del instituto es la restauración del patrimonio artístico. Por ello, desde sus inicios debe haber un taller del más alto nivel profesional donde puedan restaurarse las obras procedentes de diferentes comunidades.
''Area de imagen institucional: a fin de sensibilizar al público, será muy importante forjar la imagen del instituto proveyéndolo de áreas de exhibición, tienda, cafetería, etcétera, y coordinar las visitas a las iglesias.''