Consumidores de carne roja son más propensos al cáncer colorrectal
París, 14 de junio. El riesgo de cáncer colorrectal es más elevado en los consumidores cotidianos de carne roja y carnes ahumadas (dos o más porciones por día) en comparación con las personas que comen poca o ninguna (una vez o menos por semana), según un vasto estudio europeo realizado en 10 países.
Sin embargo, comer pescado cada dos días disminuye 40 por ciento el riesgo de desarrollar ese cáncer en comparación con los que comen menos de una vez por semana, según el estudio EPIC (European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition) realizado con unas 500 mil personas y publicado en la edición del 15 de junio del Journal of National Cancer Institute.
El consumo de aves no afecta ni para bien ni para mal, constatan los autores de este trabajo coordinado por Elio Riboli, del Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer, en Lyon, Francia.
"El riesgo de cáncer colorrectal puede reducirse aumentando el consumo de pescado en los que comen menos y disminuyendo el consumo de carne roja, vísceras y carnes ahumadas en los que comen más de ese tipo de alimentos", recalcan los expertos.
Pero aún no se han elucidado los mecanismos de relación entre riesgo de cáncer y fuerte consumo de carne roja, independientemente de su aporte en fibras.
Los estudios realizados con voluntarios sanos por Sheila Bingham, investigadora de la Universidad de Cambridge (Inglaterra), sugieren que se forman compuestos nítricos con efectos cancerígenos en el sistema gastrointestinal tras la ingestión de hierro, que abunda en las carnes rojas.
La formación de compuestos (conocidos como "precursores") cancerígenos durante el proceso de cocción de la carne a altas temperaturas (estilo grill o barbacoa) también se ha señalado, pero esos compuestos existen también en las aves y los pescados cocidos a la parrilla, cuyo consumo no aumenta el riesgo de cáncer colorrectal.
El posible efecto protector del pescado -ya sea "fresco, en lata, salado/ahumado"- no tiene explicación, como no se deba a los ácidos grasos, que abundan en el aceite de pescado, que podrían inhibir el proceso canceroso.
Afp