Piezas prehispánicas
Escasa contraparte mexicana ante el arte erótico de Perú
Ampliar la imagen Pieza precolombinas con manifestaciones er�as de Per�cluida en la exposici�ue se presenta en el Museo Nacional de Antropolog�FOTO Mar�Luisa Severiano
Tesoro semiescondido entre tesoros, en el Museo Nacional de Antropología es posible encontrar una pequeña y bella colección de arte erótico prehispánico de Perú, proveniente de culturas como la nasca, la vicus, la chimó y la moche o mochica, esta última creadora de una diversidad de formas tales que ha sido considerada como verdadero Kamasutra americano.
Sin cédulas individuales para cada una de la docena de figuras ni mayor información sobre la vida erótica de los antiguos peruanos, las joyas de cerámica se ubican en la esquina de una de las salas del museo como parte de la exposición Divina y humana. La mujer en el antiguo México y Perú (La Jornada, 14/mayo/2005)
Creada con la intención, entre otras, de ubicar similitudes y diferencias entre ambas civilizaciones, extraña que en esa exposición, inaugurada hace unas semanas, no se haya buscado representar la contraparte mexicana de arte erótico relacionado con la mujer prehispánica.
Aunque son más o menos conocidos los ámbitos de lo erótico entre los antiguos mexicanos, como el culto al falo o la existencia de las llamadas ''mujeres bonitas", figurillas de barro de formas voluptuosas y al parecer relacionadas con la fertilidad de la tierra, poco de ello se pone en juego en la exposición.
Entre las piezas mexicanas aparecen dispersos, sin embargo, algunos torsos desnudos femeninos y ciertas figurillas que muestran inclusive sus partes sexuales, pero relacionadas sobre todo con el ''momento de la muerte", como se le llamaba al alumbramiento de los hijos. Nada comparable, en el tema del erotismo, a las piezas peruanas.
Universo sexuado
Inclusive el erotismo de las antiguas y los antiguos mexicanas y mexicanos parece sucumbir ante las interpretaciones del presente. Se lee, por ejemplo, en uno de los textos temáticos titulado ''Vida cotidiana", colocado junto a la pequeña muestra de arte erótico peruano:
''La mujer (mesoamericana), al juntarse con el hombre, no fue más que el medio a través del cual se cumplía la voluntad divina de traer al mundo a un nuevo ser, el cual alimentaría, rendiría culto y sacrificio a las diferentes divinidades."
Y más adelante: ''En el México antiguo la vida era un contraste de cosas: vida-muerte, frío-calor, época de sequía-época de abundancia, lo fémino-lo masculino. Por tal razón, era normal que después de haber permanecido en este mundo, el paso siguiente del ser humano fuera la muerte".
En cuanto a la colección peruana de arte erótico, la única carencia es la falta de información más concreta, aunque algunos textos ofrecen una idea general de cómo pudo haber sido la vida sexual de los antiguos andinos. Por ejemplo, en la tabla de ''Vida cotidiana" correspondiente a Perú se lee:
''Las cualidades femeninas de generación de la vida y fertilidad quedaron registradas en mitos y leyendas que superviven en la memoria colectiva y en los rituales de los pueblos andinos actuales (...)
''Los ejes cardinales de la cosmología andina eran las dualidades: arriba-abajo, izquierda-derecha, antes-después, hombre-mujer. Eran dualidades basadas en criterios de oposición y complementariedad. Día-noche, luz-oscuridad, cielo-tierra no eran oposiciones excluyentes sino más bien inclusivas y complementarias, cuya existencia y unión era necesaria para la continuidad, permanencia y orden del mundo.
''Para los antiguos habitantes de los Andes el mundo fue comprendido como un conjunto sexuado. Todos los elementos que componen el universo son masculinos o femeninos. La relación o cópula entre ambos regeneraba y organizaba el mundo. La cópula de los opuestos era el pasaje ritual, el momento sincrónico-energético en el que se animaba la regeneración universal y desencadenaba la misteriosa fuerza vital de todo lo existente."
En el pequeño texto que acompaña la vitrina de arte erótico peruano antiguo se lee:
''En el mundo andino las relaciones sexuales de la pareja eran consideradas con la naturalidad de la vida diaria; por lo tanto, fueron ampliamente representadas en las diferentes culturas, teniendo mayor incidencia en vicus y moche."
Para quien desee abundar en el arte erótico prehispánico del país andino, es de mencionar textos como el del reconocido arqueólogo peruano Federico Kauffman Doig, Sexo en el antiguo Perú.
Por lo pronto, el primer paso sería disfrutar de la pequeña muestra ofrecida dentro de Divina y humana, la cual concluirá el 10 de octubre.