Insiste en que negociará, pero no habla sobre desarme, como pide Rodríguez Zapatero
El gobierno español recibe con cautela un nuevo llamado de ETA al diálogo
San Sebastian, 17 de junio. La organización separatista vasca armada ETA reclamó este viernes un proceso de paz en el País Vasco basado en el reconocimiento del derecho a la autodeterminación, pero sin mencionar en ningún momento el abandono de la violencia como demanda el jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
En un comunicado dado a conocer por el diario Gara, ETA señala que la solución al "conflicto" en el País Vasco es posible mediante el "diálogo y la negociación". Este fue recibido con prudencia y pesimismo, porque además reivindica nueve atentados cometidos en España desde el 15 de mayo, fecha en que hubo una oferta de diálogo condicionada del gobierno y avalada por el Parlamento español el 17 del mismo mes.
La ministra portavoz y vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, manifestó que "el gobierno sólo quiere comentar el comunicado en el que ETA anuncie el fin definitivo de la violencia".
El ministro de Justicia del gobierno autónomo vasco, el nacionalista moderado Joseba Azkarraga, subrayó la "contradicción" de llamar a un proceso de paz y reivindicar los atentados. Por su parte, el líder independentista vasco Arnaldo Otegi, portavoz del partido radical Batasuna, interdicto y considerado el brazo político de ETA, no reaccionó inmediatamente al comunicado.
La Asociación de Víctimas del Terrorismo, cercana a la derecha, instó al gobierno a mostrar "máxima firmeza" contra ETA, que "ya intentó en el pasado abusar de los ciudadanos y de los más altos dirigentes de nuestro país con falsas propuestas".
El presidente de la región autónoma de Galicia (noroeste) y fundador del Patido Popular (PP, derecha), Manuel Fraga, se mostró más prudente. Se dijo en favor de medidas de gracia para los presos de ETA, a condición de "que deje las armas sobre la mesa".
La organización separatista estimó que una solución al conflicto vasco es "posible aquí y ahora", pero sin hacer referencia a dejar la lucha armada, como exige el gobierno socialista de Rodríguez Zapatero como condición previa a la apertura de un eventual diálogo.