Usted está aquí: sábado 18 de junio de 2005 Mundo Comisión de la ONU empieza a investigar el asesinato de ex primer ministro libanés

Advierte que cualquier país que no dé información incurrirá en responsabilidad

Comisión de la ONU empieza a investigar el asesinato de ex primer ministro libanés

Especialistas de al menos 23 naciones participarán en las pesquisas del caso Hariri

ROBERT FISK

Beirut, 17 de junio. Era un camión Mitsubishi Canter FH, cuya parte trasera estaba cubierta con un impermeable para ocultar los miles de kilos de explosivos que mataron al ex primer ministro libanés Rafiq Hariri y a otras 20 personas el pasado 14 de febrero.

Al menos eso es lo que cree el señor Detlev Mehlis, quien encabeza la Comisión Internacional de Investigación de Naciones Unidas. En una imagen, una fotografía de un camión nuevo que parece salida de un catálogo publicitario de Mistubishi, puede verse una lona pintada encima. Otra fotografía muestra el camión sin la lona. "¿Tiene alguien información sobre un vehículo de este tipo, de su propietario y de dónde estaba antes del 14 de febrero de 2004?", preguntó el señor Mehlis el viernes.

Ese día la comisión comenzó formalmente su investigación en Beirut, con un equipo que pronto incluirá a investigadores de Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Líbano, Finlandia, Canadá, Marruecos, India, Chile, Kenya, Malawi, Austria, República Dominicana, Portugal, Filipinas, Noruega, Suiza, España, Egipto, Dinamarca, Ucrania, Sudáfrica y Zambia, y que ciertamente es internacional.

Al parecer la comisión tiene poderes jurídicos y el señor Mehlis, quien ya anteriormente estuvo en Líbano, cuando vino a arrestar a un palestino presunto responsable de un ataque con bomba contra una discoteca de Berlín en 1985, advirtió que cualquier país que "no entregue información a la comisión tendrá responsabilidad en caso de que fracasemos en nuestros esfuerzos por establecer la verdad".

Aseguró que los expertos alemanes y suizos en explosivos han determinado que "99.9 por ciento" de la explosión que mató a Hariri ocurrió encima del suelo y no detonó debajo del camino. No sabe si el vehículo que llevaba los explosivos estaba estacionado o si era conducido por un atacante suicida. Tampoco sabe más de lo que ha leído en los diarios locales sobre hombres arrestados en Siria y que supuestamente confesaron haber participado en el asesinato. Esta es una anécdota fascinante, si bien es probable que el señor Mehlis se la tragará acompañada de los tradicionales granos de sal de Damasco.

Cualquier arresto que resulte de la indagatoria estará a cargo de las autoridades de seguridad libanesas y las judiciales participarán de la investigación.

Esto es un poco extraño, dado que las autoridades judiciales de Beirut han sido acusadas desde hace largo tiempo de trabajar para los sirios y porque el señor Mehlis declinó gentilmente revelar la redacción de un acuerdo que firmó con esas mismas autoridades acerca del trabajo de su comisión. "No espero que ningún país del mundo se guarde información sobre un crimen como este", señaló. Como dicen por ahí, estén pendientes de lo que sigue.

© The Independent

Traducción: Gabriela Fonseca

 
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