Exhibe en Roma sus dibujos y óleos sobre vejaciones en la cárcel de Abu Ghraib
El de Fernando Botero, un arte ''contra la falta de humanidad''
''Prefiero ocuparme de las víctimas que de los verdugos'', subraya el artista
De 170 obras, 50 reflejan las torturas perpetradas por soldados estadunidenses
Ampliar la imagen Uno de los 15 �s del pintor colombiano sobre las torturas en la prisi�raqu�e Abu Ghraib, incluido en la muestra que exhibe en Roma FOTO Ap
Los dibujos y pinturas que denuncian la tortura y la humillación de presos iraquíes a manos de soldados estadunidenses en la prisión de Abu Ghraib son el centro de la exposición Botero: los últimos 15 años, que se inauguró este jueves en el Palacio Venecia, en la capital italiana, como informó La Jornada el pasado 11 de abril.
En total son 170 obras las que conforman la exhibición, de las cuales 50, inéditas, se refieren a lo ocurrido en Abu Ghraib, donde soldados -hombres y mujeres- abusaron de los prisioneros.
El caso saltó a la prensa mundial por una serie de fotografías en las que los uniformados posaban jactándose sobre los detenidos, desnudos la mayoría de las veces, sodomizados, amenazados por perros, amarrados. Algunos de los responsables fueron sometidos a juicio.
Las primeras noticias sobre la situación en Abu Ghraib sorprendieron a Fernando Botero, de 73 años, en un vuelo comercial, refiere el diario chileno La Tercera en su edición de este viernes, y de inmediato el artista colombiano tomó papel y lápiz para bosquejar las creaciones que el 25 de septiembre concluirán exhibición en la que fue residencia de Benito Mussolini.
Las obras se basan en narraciones, fotografías y crónicas escritas sobre el tema, en particular por la revista The New Yorker, que reveló al mundo lo que ocurría dentro de las cárceles controladas por los estadunidenses, informó Afp.
En declaraciones al diario El Tiempo, de Colombia, Botero señaló que el arte ''es una acusación permanente" y eso permite que casos como el de Abu Ghraib no se olviden una vez que la prensa deje de informar sobre ellos, y ejemplificó con el bombardeo en la ciudad vasca de Guernica, que dio origen al cuadro-denuncia de Pablo Picasso o los fusilamientos pintados por Goya.
Denuncia contra Estados Unidos
El arte, dijo Botero, ''se ha hecho siempre sobre temas más bien amables. Hay miles de cuadros impresionistas, pero ninguno triste o dramático. El arte era para dar placer. Esa era la regla general. Toda la vida trabajé sobre la Colombia poética de mi niñez y mi juventud. Una imagen nostálgica. Pero en vista de la situación tan terrible que se vive en Colombia con la violencia, pues pensé que debía decir algo y en cierta forma tomar una actitud distinta a la que había tenido toda la vida".
Ello, agregó, no significa que sea pesimista, sino que este tipo de situaciones ''escapan a toda norma de civilización".
Así, la serie de 30 dibujos a lápiz y carboncillo y 15 óleos de gran formato presenta a los prisioneros iraquíes encapuchados, colgados de los pies o en posiciones sexuales, ensangrentados, con la angustia en el rostro.
Estas obras ''constituyen una verdadera denuncia contra Estados Unidos, pese a que en ninguna parte aparece una bandera de ese país o un uniforme identificable", refirió la agencia France Presse.
''Prefiero ocuparme de las víctimas que de los verdugos. La guerra y la injusticia están en todo el mundo, pero de Estados Unidos, el país más rico y poderoso del planeta, me espero una actuación distinta. Es inaceptable esa conducta, perversa, del medievo", dijo Botero, quien ya ha abordado la violencia en obras referentes a Colombia.
Sin embargo, el artista subrayó que ''no se trata de arte político, es contra la falta de humanidad''.
El superintendente de Museos de Roma, el crítico de arte Claudio Strinati, manifestó que los cuadros sobre Abu Ghraib son ''un mensaje artístico vasto, histórico y simbólico", mientras para el alcalde Walter Beltroni, ''en esos cuerpos amontonados, vendados y abandonados hay un silencio que grita, el mismo de todo ser humano humillado, torturado, reducido a un títere sin forma. De frente a esas obras no podemos dejar de sentir fuertemente vergüenza, dolor, profunda amargura por aquello que un hombre le puede hacer a otro hombre".
Los cuadros de la serie Abu Ghraib no serán comercializados, sino donados a algún museo, probablemente estadunidense, ''porque no se puede hacer negocio con el dolor humano''. Antes de su donación -precisó Botero- será exhibida en Alemania, Grecia y tal vez en Estados Unidos.
Botero: los últimos 15 años también incluye obras clásicas del artista, como sus mujeres desnudas, los alcaldes de pueblo o naturalezas muertas.