La arquidiócesis de Guadalajara arremete contra el Judicial
Este sexenio, periodo triste de exoneraciones: Semanario
¿Quién o quiénes están vendidos que nadie encuentra culpables?, se pregunta la arquidiócesis de Guadalajara en el editorial de su periódico Semanario, luego de considerar que este sexenio pasará a la historia como un "periodo tristemente célebre de exoneraciones". La curia ironiza: "como van las cosas nuestras autoridades judiciales van a decir que a las mujeres en Ciudad Juárez las confunden y por eso las matan". ¿Nadie tiene la culpa de lo malo que pasa en México? ¿Vinieron de otros planetas a cometer asesinatos y se fueron, o toda la violencia es fruto de una confusión?, insiste.
En el periódico que hoy se distribuirá entre los feligreses, la arquidiócesis expresa sus dudas sobre la aplicación de la justicia que se ejerce en nuestra nación, y desliza en el texto denominado "En México nadie es culpable de nada.... todo es producto de la confusión", que al Ejecutivo (el presidente Vicente Fox), aunque no le corresponde "como él defiende continuamente, realizar las labores del Poder Judicial, cierrrrtamente (sic), entre procesos mal llevados, arrepentimientos en declaraciones, falta de contundencia en las investigaciones, con un largo etcétera, nadie ha resultado culpable de los males, de la violencia y de los asesinatos que ocurren en el país".
Para describir la situación hace suyo el comentario de una periodista -a la cual no identifica-: "Lo alarmante, entre muchas extrañas cuestiones, es lo señalado en todos los medios: el volátil y etéreo papel asumido por el Poder Judicial y por la PGR (Procuraduría General de la República). Como de costumbre, esta dependencia demostró que únicamente sirve para satisfacer los humores, ocurrencias y hormonas del Presidente en turno".
La curia jalisciense cuestiona cómo se conducen las autoridades para no resolver los asesinatos de Luis Donaldo Colosio, José Francisco Ruiz Massieu, el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo y las mujeres victimadas en Ciudad Juárez. La tendencia de los últimos meses, asegura, es exculpar. "¿Qué acaso no pasó nada? ¿Hasta dónde llega la ineptitud que sólo capturan a personas inocentes y siguen en libertad los culpables? "
Finalmente toma como parámetro las recientes liberaciones y descargas de culpa: "se tardaron diez años para decir que a Raúl Salinas de Gortari lo confundieron con un asesino intelectual (el de Ruiz Massieu); un juez decretó que a Archivaldo Iván Guzmán Salazar El Chapito lo confundieron con un narcotraficante, pero que en realidad no lo es. A Nahúm Acosta, ex trabajador cercano a la Presidencia de la República, parece que lo confundieron con un informante de los capos de la droga, y al final de cuentas también salió exonerado. Ya hasta se sentó a comer con el vocero de Los Pinos (Rubén Aguilar). Y al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, lo confundieron con un agitador, con un invasor de terrenos ajenos. Papel y tiempo se gastaron sin límite para que todo mundo externara su opinión al respecto. A final de cuentas dijeron que sus delitos podían ser cualquier cosa, menos eso".
Alma E. Muñoz