El titular de Trabajo les reprocha el amago de trasladar a los precios los aumentos salariales
Actúan los empresarios con lógica perversa, acusa el gobierno argentino
Buenos Aires, 18 de junio. El gobierno argentino abonó este sábado en su encono con los empresarios, a quienes acusó de extorsionar y de ''actuar con lógica perversa'' por las amenazas de trasladar a los precios el costo de los aumentos salariales acordados con los trabajadores y disparar la inflación.
''Ahora que la negociación colectiva está funcionando a pleno, que se han firmado 120 convenios colectivos, y hay más de 2 millones de trabajadores beneficiados con éstos, los empresarios amenazan con la idea de que esos acuerdos firmados por ellos van a generar inflación. Es una lógica perversa", afirmó este sábado el ministro de Trabajo, Carlos Tomada.
El ministro se sumó a las críticas expresadas la víspera por el presidente Néstor Kirchner, quien acusó a los empresarios de ''extorsionar al pueblo'' con las amenazas de inflación y de tener ''una actitud cerrada, totalmente antisolidaria, teniendo el concepto y la filosofía de los 90''.
En los últimos tiempos, mientras los piqueteros (pobres y desempleados) siguen adelante con sus reclamos de trabajo y mayores subsidios, el conflicto social se fue trasladando a los trabajadores ocupados.
Los sindicatos reclaman aumentos salariales que reflejen la recuperación de la economía de los últimos dos años y que compensen la inflación acumulada desde el fin de la convertibilidad -cuando un dólar valía un peso-, en diciembre de 2001.
Tras la devaluación, Argentina registró en 2002 una inflación de 41 por ciento; pero el costo de vida creció 3.7 por ciento en 2003, 6.1 por ciento en 2004 y 5.2 por ciento en los primeros cinco meses de 2005.
El gobierno estima que la inflación para este año se ubicará entre 7 por ciento y 10.5 por ciento.
En tanto, tras una caída récord de 10.9 por ciento en 2002, el producto interno bruto (PIB) argentino registró en 2003 una mejoría de 8.4 por ciento, al año siguiente el aumento del PIB fue de 9.0 por ciento, mientras creció 8 por ciento en el primer trimestre de 2005.
La industria, pilar del avance económico en 2004, avanzó 8.5 por ciento en mayo, lo que le permitió acumular en los primeros cinco meses una mejora de 7.4 por ciento.
El gobierno acordó el 1o. de junio con empresarios y sindicatos aumentar de 450 pesos (155 dólares) a 630 pesos el salario mínimo.
Reunidos el jueves en una cumbre, unos 400 ejecutivos de las empresas más importantes del país coincidieron en expresar inquietud y advertir sobre los peligros de inflación, por la multiplicación de reclamos de aumentos salariales en el sector privado.
''Ya sabemos lo que viene, porque ya lo vivimos. Los sueldos deben subir si la economía crece (...) Por una competencia sindical podemos generar una guerra que puede desestabilizar la economía", alertó Alfredo Coto, dueño de una cadena de supermercados y presidente del coloquio de empresarios IDEA.
Precisamente, el viernes los empresarios y sindicalistas del sector mercantil, con unos 750 mil empleados que incluye a los supermercados, firmaron un acuerdo que incrementa en 18 por ciento el salario básico, que pasará de 629 a 885 pesos (306 dólares).
En la misma semana se llegaron a diferentes acuerdos salariales en varias empresas del sector automotor, entre otros gremios en conflicto.
En paralelo, los trabajadores estatales y de la salud nucleados en ATE, así como los docentes, que dependen de la administración pública, protagonizan duros reclamos de incremento.
En un año de elecciones legislativas en la que Kirchner convocó a los argentinos a "plebiscitar" su gestión, el fantasma de la inflación provocó su airada reacción.
El ministro Tomada advirtió que "una vez que se firmaron de total conformidad los acuerdos salariales, no se puede salir a amenazar con que ahora lo paguen los consumidores".