Metrobús: privan lentitud y desconcierto

Operan sólo 60 de los 80 transportes; esperas hasta de 15 minutos en horas pico

LAURA GOMEZ FLORES

Por segundo día continuaron los problemas en el Metrobús: tres estaciones siguieron sin servicio, uno de sus transportes se estrelló contra dos automóviles particulares que invadieron el carril de confinamiento en el Eje 10 Sur, ante la falta de señalamientos, y cinco unidades presentaron fallas en su sistema de cierre de puertas y transmisiones, por lo que fueron retiradas del circuito.

Trabajadores de la empresa Metrobús informaron que sólo 60 de los 80 autobuses articulados estuvieron en servicio. Esto provocó que el tiempo de espera en las estaciones, en ''horas pico", fuera hasta de 15 minutos, mientras el servicio de autobuses de RTP en las laterales de Insurgentes, entre Montevideo y Flores Magón, se tornó deficiente ante el cúmulo de usuarios.

La presencia policiaca en Indios Verdes, en la entrada de la carretera a Pachuca, también fue insuficiente para impedir que vehículos particulares y motociclistas de la Secretaría de Seguridad Pública invadieran el carril confinado o que transportistas de carga circularan por carriles centrales hasta Ticomán o la aguja de Montevideo. En ningún caso se les aplicó multa alguna.

El tiempo de traslado se mantuvo en una hora y media, lo cual fue calificado de "excesivo" por los usuarios, quienes en varias ocasiones exigieron bajar del Metrobús, antes de llegar a la estación, para abordar un taxi. Al no lograrlo, reclamaron e insultaron a los conductores, quienes solicitaron, sin éxito, el apoyo de supervisores. Asimismo, los operadores de las rutas de microbuses desviadas de Insurgentes Norte y Sur también tuvieron un aumento de 25 minutos, en promedio, en el tiempo de recorrido .

En la glorieta de Insurgentes los conductores del Metrobús tuvieron problemas para acercarse a la plataforma de las estaciones, debido a que el carril de confinamiento había pedazos de concreto. La desilusión de usuarios se acentuó ante la lentitud del servicio, la falta de orientación en estaciones y la imposibilidad de acceder a otro medio de transporte, más que el taxi, para llegar a alguna estación del Metro.

No hay fecha para terminar los puentes: trabajadores

Pese al compromiso de la secretaria de Medio Ambiente, Claudia Sheinbaum Pardo, de que este lunes se concluiría la construcción de los puentes de acceso a las estaciones Potrero y Euzkaro, no hubo avance alguno y los trabajadores asignados a la obra dijeron desconocer cuándo terminarán. Lo mismo sucede en Deportivo 18 de Marzo, aunque durante la madrugada de ayer se terminó de colocar la protección en la escalera de acceso al puente peatonal de la estación Circuito y se abrió al público.

Los usuarios que deseen ascender o descender en esos puntos deben esperar en las laterales de la avenida para abordar un autobús de RTP, que los conectará a las estaciones La Raza, Circuito Interior, San Simón o Manuel González del Metrobús, aunque la frecuencia ayer fue muy irregular y causó desconcierto entre muchos usuarios, quienes desconocían la medida y esperaron largo tiempo en los parabuses a que pasara un micro o un autobús.

"No hubo una campaña de información previa. La entrega de unos cuantos volantes en dos días no es suficiente y aquí están los resultados: desconcierto, largas filas para subirnos al camión y más tiempo del que acostumbramos", señaló Marissa González, que con un bebé en brazos, pañalera y bolsa de mano, soportaba empujones y pisotones por la saturación de la unidad y la "falta de caballerosidad de los hombres que no nos ceden el lugar".

Como ella, decenas de hombres y mujeres expresaban su molestia por "el mal servicio en estaciones como Insurgentes, donde no sólo se continuó con los trabajos de techado, con el lugar atiborrado de gente, porque los camiones en ambos sentidos tuvieron problemas para acercarse a la plataforma, lo cual significó que se echaran en reversa o, de plano, no pudieran subir de sur a norte, creando un gran estacionamiento".

Tal situación provocó que el presidente del Corredor Insurgentes, Jesús Padilla, se trasladara al lugar. Primero apoyó a sus operadores en las maniobras para acceder a la estación sin necesidad de echarse en reversa y la gente subiera sin riesgo a los vehículos, aun cuando la separación de la plataforma era superior a los 20 centímetros. Después ayudó a sacar de circuito tres unidades que presentaron fallas en sus sistemas de cerrado, de sur a norte, lo cual provocó que otras tres quedaran varadas y la espera en estaciones fuera de más de 30 minutos en ambos lados, sin informar nada a la gente.

"La solución resultó peor que el problema", comentaba Josefina Rendón, quien "añoró" los microbuses y autobuses que hasta el sábado circularon por Insurgentes y "conducían a nuestro destino con subidas o bajadas en segundos carriles, a exceso de velocidad y música a todo volumen, pero teníamos opciones y ahora no".

Supervisores de CISA y RTP reconocieron que los intervalos de salida fueron de más de dos minutos -siete en promedio-, la falta de capacitación de los operadores en campo y la saturación de las unidades ha provocado fallas en el sistema de cerrado y su consecuente salida de circuito, y no hay personal suficiente que oriente a la gente, pero "confiamos en que en los 15 días de prueba se supere esta situación y se muestren las bondades del sistema".