El cargo luego de 41 años, "homicidio simple"
Declaran culpable a ex líder del KKK por asesinatos racistas
Ampliar la imagen Edgar Ray Killen escucha en un tribunal de Filadelfia el fallo por el asesinato de tres j�es hace m�de 40 a�en Mississippi FOTO Ap Foto: Ap
Filadelfia, 21 de junio. Cuarenta y un años después del asesinato de tres jóvenes defensores de los derechos civiles en Mississippi, un jurado declaró este martes a Edgar Ray Killen, predicador bautista y antiguo líder de la agrupación racista Ku Klux Klan (KKK), culpable de "homicidio simple" por esas muertes.
El jurado -nueve blancos y tres negros- sólo se puso de acuerdo en el veredicto de homicidio sin premeditación después de que la acusación retiró cargos de asesinato, en el llamado juicio "Mississippi en Llamas". La muerte de los tres activistas -dos blancos judíos de Nueva York y un negro sureño- inspiró la película de 1988 con ese nombre, dirigida por el británico Alan Parker.
Killen, de 80 años y acusado de organizar las muertes, escuchó el veredicto sentado en una silla de ruedas y con un aparato respiratorio cubriéndole la cara. Al salir de la corte, golpeó micrófonos y cámaras.
Ahora podría ser condenado a una pena de 20 años, pero su abogado dijo que apelará porque la parte acusadora cambió los cargos al final del juicio.
Familiares de los tres jóvenes, golpeados y muertos a balazos tras ser emboscados, consideraron que el juicio fue imparcial, pero manifestaron su decepción por el veredicto de homicidio simple.
El hecho de que el jurado "no reconociera que se trató de un asesinato con premeditación muestra que aún hay gente que desafortunadamente prefiere mirar hacia otro lado y no ver la verdad", dijo Rita Bender, viuda de Michael Schwerner.
"El estado de Mississippi es cómplice de estos crímenes. Y eso tiene que ser destapado", agregó Bender, quien consideró que Killen, y algunos de los policías responsables, condenados a cortas penas en 1967 no podían haber actuado solos.
El 21 de junio de 1964, Schwerner, de 24 años; James Chaney, de 22, y Andrew Goodman, de 20, iban camino a una iglesia quemada por miembros del Ku Klux Klan en el condado de Neshoba, en una campaña para registrar votantes negros en el sur.
Los jóvenes fueron detenidos por la policía con cargos falsos de exceso de velocidad y, tras ser liberados en la noche, fueron emboscados por miembros del KKK y de la misma policía.
Sus cuerpos fueron hallados 44 días después en una represa, tras una intensa búsqueda por parte de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).
El senador Edward Kennedy celebró la condena de Killen: "Nada compensará el costo terrible sufrido (...), pero por lo menos mostramos que no olvidamos", dijo en un comunicado.
La acusación cerró su caso el sábado después de presentar el testimonio de un agente de la FBI infiltrado en el KKK, quien señaló que Killen le había dicho, poco después de los asesinatos, cómo habían muerto los tres jóvenes y dónde estaban enterrados.
Dieciocho miembros del KKK, entre ellos Killen, fueron acusados en 1964. Siete fueron condenados por un jurado enteramente blanco y sentenciados en 1967 a prisión, por periodos que fueron de tres a diez años.
Sin embargo, el jurado no pudo alcanzar entonces un veredicto en el caso de Killen, luego de que una de sus miembros dijera que no podía condenar a un pastor. Así fue que Killen quedó en libertad, hasta la reapertura del caso en 2004.