Desde este jueves se podrá visitar en el Museo Nacional de Culturas Populares

Magna muestra sobre la migración pone énfasis en ''remesas culturales''

La exposición resalta las implicaciones de ese fenómeno en la identidad de México

Habrá actividades paralelas, como mesas redondas y talleres, para ahondar en la reflexión

ARTURO JIMENEZ

Ante el incremento del éxodo de mexicanos, sobre todo a Estados Unidos, y el aparente beneficio al país con las ''remesas económicas", la migración más bien debe verse como un problema que provoca en México la pérdida de una importante población en plenas facultades creativas y productivas.

Ello se agrava porque, a diferencia de lo que sucede en países como España o India, a los que a la emigración corresponde una oleada de inmigración, en México ya no arriban flujos importantes de extranjeros, porque no se considera lugar propicio para desarrollarse.

''Ahora se dice que esas remesas han sacado de la pobreza extrema a no sé cuantos millones de mexicanos y que eso es realmente la solución, que ya no es un problema. Pero eso es una solución inmediata, porque vemos que la gente que envía esas remesas es la que se fue con un rango de edad de entre 20 y 40 años.

''Es el núcleo central de la población en su máxima capacidad productiva y creativa. Pero, además, ya no es sólo campesina, sino urbana, ya no es únicamente la gente de los servicios básicos, como limpieza, hotelería o empacadoras de carne, sino profesionistas con alto nivel educativo."

Reto y atractivo museográfico

Hablan en entrevista Griselda Galicia, directora general de Culturas Populares e Indígenas, del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, y Eduardo Garduño, cabeza del equipo de investigadores de la magna exposición Culturas sin fronteras. La migración en México, que mañana se inaugurará a las 18 horas. Y aclaran:

''La migración no es buena ni mala; es un fenómeno, son procesos. El hombre en su origen fue un emigrante. Así se pobló el planeta, con migraciones del hombre prehistórico. Así se pobló el continente y los pueblos originarios crearon sus culturas."

Después de las más recientes grandes muestras Sin maíz no hay país y De aquí somos, la Huasteca, el Museo Nacional de Culturas Populares aborda ahora el tema de la migración, el cual se presenta como un reto y un atractivo mu-seográfico para apreciarse en la sala Bonfil Batalla de ese recinto.

Recuerdan que México está conformado a partir de éxodos de origen, como el de Aztlán para formar el imperio azteca, o antes, la migración por el estrecho de Bering. ''El proceso migratorio ha sido un algo natural", comentan.

Además, México ha recibido corrientes migratorias de otras minorías étnicas, que han incorporado sus valores a la cultura nacional. Aquí han llegado españoles, franceses, estadunidenses, cubanos, chinos, taiwaneses, libaneses, judíos, menonitas, y después, los exiliados políticos de las dictaduras de España y Sudamérica.

Mapas y textos

La exposición, dice Galicia, será un relato con base en mapas y textos que nos van a indicar cómo estas migraciones, en diferentes épocas, desde la prehistoria al presente, fueron conformando las culturas que caracterizan el territorio ahora llamado México.

Si bien la migración tiene una dimensión de carácter social, económico y político muy fuerte, agrega, los impactos en la cultura también son muy importantes. ''En la exposición es conveniente que la sociedad nacional visualice las implicaciones de la migración en la conformación cultural del país".

La funcionaria recuerda que el año pasado hubo un encuentro en Tijuana con organizaciones binacionales, las que rechazaban que sólo se visualizara a los migrantes como enviadores de dólares a México. Aparte de las ''remesas económicas", decían, deben verse las ''remesas culturales".

Dice la socióloga que reclamaban: ''¿Por qué no ven la carga cultural que llevamos y que traemos, que somos portadores de cultura?" Y adelanta que varios representantes de esas instancias binacionales participarán en las actividades paralelas de la exposición, como mesas redondas, conferencias y talleres.

Para Galicia, hay una recomposición en el plano internacional y México no está exento de ella. ''Comparte con Estados Unidos la frontera más larga del mundo, unos 3 mil 200 kilómetros. Además, servimos de puente hacia una zona que también está en crecimiento y enfrenta procesos políticos, económicos y sociales muy fuertes: Centro y Sudamérica".