Enjaulados
Ampliar la imagen El le�lex, en una de las escenas de Madagascar
En menos de una semana, esta sección ha cubierto todas las películas que se exhiben en dos tercios de las salas de este país. Eso no obedeció a un trabajo exhaustivo sino a un hecho desproporcionado: las películas hollywoodenses Batman inicia y Madagascar -reseñadas respectivamente por Carlos Bonfil y quien esto escribe- han sido estrenadas de manera casi monopólica.
Así pues, al espectador mexicano le quedan pocas otras opciones en la cartelera de verano. Revisando el sitio web de Cinemex, se comprueba que el número total de títulos en exhibición para el DF y anexas es de 20. O sea, una película por cada millón de habitantes, más o menos, valga el sofisma numérico. (Y eso que dicha cadena se ha preocupado por estrenar algunos títulos extranjeros que podríamos llamar "de arte". La oferta de otras cadenas se reduce inclusive a la mitad, al concentrarse sólo en los mismos productos hollywoodenses). Ni qué hablar del cine mexicano. La única película nacional en cartelera -Al otro lado, de Gustavo Loza- ha sido orillada a un puñado de salas ante el embate de la hegemonía gringa. ¿No había, por decreto, un mínimo de pantallas aseguradas para el cine mexicano? Nomás pregunto.
¿Y cómo es una de las dos películas que millones de mexicanos estarían condenados a ver si quieren ir al cine? Producida por DreamWorks, la compañía de Spielberg, Madagascar es otro proyecto de animación digital diseñado a explotar el inagotable público infantil de todo el mundo. Si anteriores trabajos como Toy Story o Shrek habían asombrado por demostrar las posibilidades de la animación por computadora, así como por lo sofisticado de sus argumentos, las más recientes producciones -El espantatiburones, Robots- ya han manifestado un desgaste tanto en la novedad del recurso como en el ingenio de sus historias. En ese sentido, Madagascar es una plena manifestación de hueva.
Cuesta trabajo imaginar que cuatro personas adultas hayan perpetrado un guión tan soso. La acción inicia en el zoológico de Manhattan, donde el león Alex es la estrella, admirado incluso por sus amigos la cebra Marty, la jirafa Melman y el hipopótamo Gloria. Sin embargo, unos pingüinos están inconformes con su situación y planean una fuga. Eso inspira a Marty a hacer lo mismo. Tras un escape colectivo, los cuatro amigos son embarcados con destino a Africa pero, por accidente, acaban naufragando en las costas de la isla titular. Mal acostumbrados a la vida en cautiverio, los animales deben recuperar sus instintos para sobrevivir.
Fuera del bonito trabajo gráfico y el trazo estilizado de los personajes -que recuerda las ilustraciones de una caja de cereal- la realización de Eric Darnell y Tom McGrath sólo puede atraer a espectadores muy pequeños. Desprovista de antagonistas reales, una historia de amor o hasta números musicales disneyanos, Madagascar se conforma con abundar en los rasgos neuróticos de sus personajes, vocalizados por actores ídem -Ben Stiller, Chris Rock, David Schwimmer- que no se han esforzado en salir de su propia rutina.
El humor es también anémico. Por un lado, se pretende divertir a los niños con chistes de popó y pipí. Por otro, la cinta se solaza en referencias sangronas a películas tan viejas -Carros de fuego, Fiebre de sábado por la noche, Una leona de dos mundos, El planeta de los simios- que tal vez estén dedicadas en exclusiva al cinéfilo ocioso.
No falta un remate demostrativo del actual conformismo estadunidense: al final, el león protagonista preferirá volver al cómodo cautiverio que vivir libre, expuesto a sus verdaderos instintos carnívoros. Ya quisiera el cinéfilo nacional tener la opción de poder salir de la estrecha jaula construida por la connivencia entre autoridades, distribuidores y exhibidores.
MADAGASCAR
D: Eric Darnell, Tom McGrath / G: Mark Burton, Billy Frolick, Eric Darnell, Tom McGrath/ M: Hans Zimmer/ Ed: Mark A. Hester, H. Lee Peterson/ Diseño de producción: Kendal Cronkhite-Shaindlin/ Con las voces de: Ben Stiller, Chris Rock, David Schwimmer, Jada Pinkett Smith, Sacha Baron Cohen/ P: DreamWorks - Pacific Data Images. EU, 2005.