Colaboradores del moderado Rafsanjani denuncian "enormes irregularidades"
En Irán, vence en las presidenciales el ultraconservador Ahmadi-Nejad
La ventaja es prácticamente inalcanzable, afirma el Ministerio del Interior
Ampliar la imagen Mujeres iran� emiten sus votos en una mezquita de Teher�FOTO Reuters Foto: Reuters
Teherán, 25 de junio. El candidato ultraconservador a la presidencia de Irán, Mahmud Ahmadi-Nejad, fue declarado este sábado ganador en la segunda vuelta, al derrotar al moderado Akbar Hashemi Rafsanjani, luego de obtener 61.5 por ciento de votos tras computarse 80 por ciento de las papeletas.
El Ministerio del Interior dio a conocer que la ventaja del laico ultraconservador es prácticamente inalcanzable para su adversario. "Sí, se puede decir que es así", dijo un funcionario del Ministerio del Interior a la prensa, a la pregunta de si se podía decir que la victoria del alcalde de Teherán ya era segura.
Según datos oficiales, Ahmadi-Nejad sumaba más de 11 millones de sufragios, de un total de 18.3 millones computados. En contraste, el ex presidente Rafsanjani (1989-97) obtenía 6.6 millones para un 35.9 por ciento, lo cual significa que se relegó demasiado en lo que inicialmente se consideraba serían unas elecciones muy reñidas.
Un colaborador de Rafsanjani admitió este sábado la derrota de éste ante el ultraconservador Mahmud Ahmadi-Nejad, de 48 años, al declarar a la prensa: "se acabó". Este estrecho colaborador del ex presidente no hizo más comentarios.
Desde el cierre de las votaciones, al filo de las 11 de la noche del viernes, tras cinco prórrogas, ya que el cierre estaba previsto inicialmente para las 7 de la noche, ambos contendientes se declararon triunfadores, en lo que se consideró eran unas elecciones imprevisibles. A esto se sumó el hecho de nuevas sospechas de fraude en favor de Ahmadi-Nejad.
Pero Ahmadi-Nejad comenzó a emerger con una ventaja de 60 por ciento desde los primeros recuentos, cuando se contabilizaban 3.5 millones de sufragios, y desde entonces no perdió ese margen.
Según los primeros informes, 22 millones de iraníes sufragaron el viernes, de 47 millones de mayores de 15 años habilitados para votar. Esa cifra representaría 47 por ciento de electores. Sin embargo, a diferencia de la primera ronda, el ganador ahora sólo precisa alcanzar mayoría simple.
El guía supremo, el ayatola Alí Jamenei, quien había llamado desde temprana hora del viernes a los iraníes a votar masivamente y a respetar el sufragio, prohibió a los simpatizantes de los candidatos a celebrar la victoria en las calles para evitar hechos de violencia.
Aunque Rafsanjani parecía el candidato ligeramente favorito para esta segunda vuelta, quien en el curso de la jornada electoral hablaba de llevar una "estrecha ventaja", dijo haber "tomado contacto" con los ministerios del Interior e Información para sacar unas elecciones limpias, al quejarse de que no ocurrió así en la primera ronda.
Cuando la competencia estaba "codo a codo", los representantes de Rafsanjani denunciaron "enormes irregularidades". Según esto, consistían en que la milicia Basij participaba en los centros de cómputo en favor de Ahmadi-Nejad.
El ministerio del Interior había dicho que estudiaba la suspensión en ciertos locales de votación, pero el Consejo de Guardianes, institución ultraconservadora que supervisa los comicios, se opuso.
"Si Dios quiere, este día marca el inicio de una nueva era en la vida política de la nación iraní, declaró Ahmadi-Nejad antes de depositar su voto en una mezquita. Se declaró un orgulloso "pequeño servidor, el barrendero de las calles de la nación iraní", ante partidarios exaltados que se disponían a rendir homenaje al "imán Jomenei y sus fieles" y a los "mártires del Islam y la libertad".
Ahmadi-Nejad es un fundamentalista que predica el estricto respeto a las reglas islámicas y exalta la "pureza" de los primeros años de la revolución.