El convenio entre Fox, Bush y Martin se llevó a cabo a espaldas de los congresos
Acuerdo México-EU-Canadá iguala a migrantes con narcos y terroristas
Este lunes en Ottawa será ratificado, y contempla además mecanismos de monitoreo de viajeros
Ampliar la imagen Los presidentes Vicente Fox y George W. Bush, junto al primer ministro Paul Martin, en la pasada reuni�e Waco FOTO Notimex Foto: Notimex
Hace tres meses, en la cumbre tripartita de Waco, Texas, entre los presidentes George Bush, Vicente Fox y el primer ministro Paul Martin, se firmó un "acuerdo ejecutivo" que se llamó Alianza para la Seguridad y la Prosperidad para América del Norte (ASPAN). Las dos "agendas" centrales del acuerdo, una sobre "seguridad" y otra sobre "prosperidad", al no tener carácter de convenio internacional, no pasaron por la aprobación de los tres congresos nacionales. Y a pesar de que contienen resoluciones "muy delicadas" para el interés de México, éstas "han pasado inadvertidas" para los legisladores y la opinión pública del país, advirtió el diplomático retirado Francisco Correa Villalobos.
Entre otras medidas, la agenda sobre prosperidad prevé que los tres gobiernos estrechen su cooperación para incrementar las reservas energéticas, facilitar las inversiones en la infraestructura de las respectivas industrias del ramo y "racionalizar y actualizar las regulaciones respectivas".
Este lunes, en una reunión ministerial de los tres países, con la asistencia de los secretarios mexicanos de Gobernación y Economía, se presentará el reporte de la ASPAN en Ottawa, y los reglamentos de estos acuerdos entrarán en vigor. "Lo preocupante", insiste Correa Villalobos, quien fue embajador de México en Honduras y director para América del Norte en la Secretaría de Relaciones Exteriores, es que con las firmas protocolarias en la capital canadiense "ya se entra en la etapa de aplicación de compromisos adquiridos, sin que en México conozcamos los alcances de este acuerdo".
La agenda de seguridad prevé la adopción de "una nueva generación" de estrategias para sellar la región norteamericana de amenazas externas. Para ello se aplicará una "estrategia de seguridad para viajeros", que establece mecanismos de monitoreo y chequeo de viajeros desde el punto de embarque, en terceros países fuera de la región, hasta el punto de entrada en cualquiera de los tres países norteamericanos. Una regulación similar se impondrá en el tráfico comercial de bienes.
En el caso de la vigilancia a viajeros, ello implicaría que México tendría que establecer un sistema de visas para extranjeros similar a la estadunidense, observa el diplomático. "No sé si el sector turístico ha contemplado las dificultades que esto entraña para las autoridades", comentó.
En cuanto a las amenazas internas de la región, México suscribió en la cumbre de Waco una definición que incluye a la migración ilegal y al tráfico de personas entre otras "amenazas trasnacionales para Estados Unidos, Canadá y México" al mismo nivel que el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado.
"Y qué bueno que se contemple combatir el contrabando de personas -opina sobre este capítulo el embajador Correa Villalobos-, pero no hay que olvidar que la forma que utiliza la mayor parte de los connacionales que viajan a Estados Unidos para trabajar es la contratación de polleros".
La agenda sobre prosperidad contempla, en su capítulo dedicado al mejoramiento de la productividad, medidas para abatir costos para hombres de negocios, productores y consumidores de los tres países, asegurando "la compatibilidad de regulaciones y estándares" y eliminando requisitos de certificación innecesarios. En este capítulo se insiste en el desarrollo de "fronteras inteligentes" con nuevas tecnologías y el siempre conflictivo tema de los transportes transfronterizos.
A partir de la firma de los acuerdos de Waco, cada gobierno estableció sus respectivos grupos de trabajo. Se fijó una nueva cita para conocer el resultado de la labor de estos equipos tres meses después, misma que se cumple con puntualidad en Ottawa.