LA VIDA (BREVE) EN SAN LAZARO
La rana y el alacrán
LA CONDUCTA del PRI en la Cámara de Diputados, la semana pasada, me recordó la fábula la rana y el alacrán: el arácnido no puede cruzar un río y le pide al batracio que lo lleve al otro lado. La rana no quiere, porque sabe de su ponzoña. El alacrán la convence: "¿Cómo crees que te voy a picar? Si lo hago, yo me ahogaría". La rana acepta y, a medio río, el arácnido le clava el aguijón. "¡Maldito!", le grita moribunda. "Perdóname, ranita -contesta el ponzoñoso mientras se ahogaba-, es que no puedo dejar de picar."
EL PRI SE parece al alacrán del cuento; sus oponentes, a la rana. El ex partidazo se comporta como si lo fuera. PAN y PRD lo tratan como si lo fuera. Los priístas siguen usando el agandalle, el golpe artero, el doble discurso. No pueden dejar de hacerlo, es una segunda naturaleza.
DEJENME PLATICARLES mi experiencia en la Comisión de Gobernación. Fuimos convocados con urgencia para salvar el voto de los mexicanos en el extranjero. El Senado, dominado por el PRI, impuso una reforma rabona. Y dijo a los diputados: la beben o la derraman. Como el tiempo no da para más y las negociaciones fracasaron, se decidió aceptar sin cambios la minuta del Senado. Al menos abrir la puerta para cumplir con la Constitución y dar oportunidad a nuestros compatriotas a participar en los comicios de 2006.
ABRIO LA sesión: todos los partidos, empezando por el PRI, se comprometieron a aceptar la minuta. Los priístas, uno a uno, se posicionaron en favor y dieron contundentes razones para hacerlo. Los demás diputados hicieron lo propio. Terminada la ronda y a punto de votar, los tricolores pidieron un receso. "No vayan a creer que los vamos a engañar -dijeron-, regresamos en 15 minutos". Volvieron 14 minutos después, pero habían sufrido una metamorfosis. Ahora todos estaban contra la minuta y pretendían añadir el texto desechado por el Senado, es decir, querían enterrar la reforma.
AUNQUE NO lo crean, el albazo no produjo la natural indignación en los diputados de PAN y PRD. No dijimos: "así no juegan con nosotros", ni nos levantamos y nos fuimos. Con mansedumbre, aceptamos nuestra suerte y el PRI se salió con la suya. Todavía uno de los diputados priístas dijo, muerto de risa: "ni modo, así es la democracia". Podemos consolarnos pensando que en el pleno nos es posible ganar, pero esa no es la cuestión.
EL PRI USA las mismas tácticas con sus propios miembros: el diputado Angel Buendía llegó a la presidencia de la Comisión de Presupuesto gracias al aguijonazo que Chuayffet le propinó a Elba Esther Gordillo. A pesar de que hizo un buen trabajo, Buendía fue defenestrado de su cargo por don Emilio. Lo sorprendente es que ambos son madracistas. Esto hace pensar en una pelea furiosa por el poder que no respeta tendencias, compadrazgos ni liderazgos. Pero muchos priístas me parecen inteligentes y simpáticos. Creo que la subcultura del agandalle es insuperable y empieza a corroerlos. Pronto seremos testigos de otros golpes arteros, por supuesto, contra el PAN y/o el PRD, pero también contra ellos mismos.