Conmemoran día internacional contra ese delito
Común, la tortura en la mitad de países del mundo: ONG
La aplicación "errónea, interesada y confusa" de instrumentos internacionales suscritos por México para erradicar la tortura -como el Protocolo de Estambul- genera que los "escasos" esfuerzos para combatir esta violación "grave y persistente" sean insuficientes, lo que profundiza la distancia entre "los discursos públicos y las acciones que realiza el Estado para prevenir el delito", señalaron organizaciones defensoras de derechos humanos.
En la conmemoración del Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1997, la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos Todos los Derechos para Todos destacó que desde la entrada en vigor del acuerdo de cooperación técnica entre la oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y el gobierno de México "hemos constatado un manejo alterado y confuso del protocolo, el cual no requiere de la ratificación de un Estado para su aplicación".
La red destacó que este instrumento permite seguir líneas internacionales básicas para la investigación y documentación de la tortura, sin que ello implique que sea la única prueba para demostrar si un delito de este tipo se cometió o no.
El protocolo "no es una prueba científica incuestionable", como pretenden difundir las autoridades federales y estatales, pues su principal aportación "son las propuestas técnicas de investigación interdisciplinarias, dirigidas a peritos, abogados e investigadores".
Agregó que en México no se cumple con las condiciones mínimas de prontitud, exhaustividad, imparcialidad e independencia que exige su aplicación, pues los peritos médicos y sicólogos de la Procuraduría General de la República, "quienes están bajo el mando de la institución señalada como responsable de tortura, carecen de independencia para su aplicación".
Por su parte, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez indicó que a pesar de los esfuerzos internacionales por erradicar la tortura, en más de la mitad de los países del planeta es una práctica común, en la que persisten "graves abusos y violaciones contra la dignidad de las personas".
En México, afirmó, tras la ratificación del protocolo facultativo de la Convención contra la Tortura y otros Tratos Crueles o Degradantes, que contempla la creación de un mecanismo nacional de prevención, se reconoció uno de los instrumentos más importantes para erradicar la tortura. Sin embargo, las acciones realizadas por el Estado aún son "claramente insuficientes".
Es incomprensible que el gobierno de México afirme que los derechos humanos son un punto central de la agenda nacional, mientras en los hechos las violaciones a las garantías individuales siguen impunes, aseguró.
Destacó que sólo entre enero de 2004 y marzo de 2005, el Centro Pro registró 26 violaciones a la integridad personal por parte de policías, en las cuales las acciones más frecuentes fueron ataques físicos y sicológicos, intimidación, hostigamiento, amenazas, detenciones arbitrarias y hostigamiento sexual.
Las entidades en las que se presentan con mayor frecuencia estas violaciones son Chiapas, Distrito Federal, Guerrero, estado de México, Oaxaca, Hidalgo, Durango, Chihuahua y Morelos, donde los agresores se identificaron como "policías municipales y estatales, militares, policías ministeriales y miembros de la Agencia Federal de Investigación".