Funcionario de la PGR analiza en Ginebra el caso de los 130 mdd en bancos extranjeros
Seguirán congeladas las cuentas de Raúl Salinas en Suiza: autoridades judiciales
Primero debe resolverse el juicio de enriquecimiento ilícito que enfrenta, consideran
Javier Laynez Potisek, subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales de la Procuraduría General de la República (PGR), y el juez federal de Suiza, Paul Perraudin, se reunieron ayer en Ginebra para analizar el caso de los 130 millones de dólares depositados por Raúl Salinas de Gortari en bancos helvéticos y británicos y que permanecen congelados desde 1996.
Fuentes judiciales y gubernamentales de Suiza y México revelaron que las autoridades de ambos países coincidieron ayer en que "no hay posibilidades jurídicas" para que la supuesta fortuna del hermano del ex presidente Carlos Salinas sea desbloqueada en forma inmediata, por lo menos no antes de que concluya en definitiva el único juicio penal que enfrenta Raúl en México por presunto enriquecimiento ilícito, lo cual podría prolongarse por lo que resta de 2005 en el juzgado 13 del Reclusorio Sur, y varios meses más en algún tribunal unitario.
Según el despacho informativo de Afp, fuentes judiciales del país helvético precisaron que "para que Raúl Salinas pueda plantear la recuperación de fondos, Suiza estima que un tribunal mexicano debería previamente exculparlo definitivamente de las acusaciones de enriquecimiento ilícito y peculado, procedimiento que según lo conservado el lunes en Ginebra parece encaminado a una condena, tal vez antes de fin de año".
La justicia de Suiza investigó a los Salinas entre 1996 y 2002, pero concluyó que era imposible procesar al llamado hermano incómodo por los 130 millones de dólares depositados en seis bancos helvéticos y uno británico.
El juez Paul Perraudin, a cargo del caso, cerró el expediente el 30 de abril de 2002, ante la imposibilidad de la comparecencia de Raúl Salinas en Suiza y la renuencia para declarar en un juicio formal de varios testigos protegidos que lo acusaron de recibir fondos del narcotráfico.
De hecho el juzgador suizo dejó en manos de las autoridades de investigación mexicanas determinar si el dinero vino de fondos públicos, del tráfico de influencias, del narcotráfico, o si tuvo origen lícito. El argumento que siempre ha sostenido el ingeniero y sus abogados es que empresarios como Carlos Peralta y Carlos Hank Rohn fueron quienes aportaron los recursos para un fondo de inversión.
Ayer, fuentes cercanas a la familia Salinas indicaron a La Jornada que como las autoridades de Suiza supuestamente admitieron que parte de los 130 millones de dólares congelados sí pertenecen a empresarios mexicanos y no a Raúl Salinas, entonces los reales dueños del dinero estarían en posibilidades de recuperar -vía jurídica internacional- todas las cantidades que se logren comprobar. "Ya se demostró en Suiza que unos 50 millones de dólares son del empresario Carlos Peralta, quien según se sabe ya contrató un bufete de abogados especializados en esa materia para recuperar parte del dinero que le corresponde", puntualizaron los informantes.
Sin embargo, esta versión ofrecida por personas allegadas al llamado hermano incómodo no concuerda con la que también ayer proporcionaron fuentes judiciales de Suiza a agencias internacionales, y fuentes gubernamentales de México a La Jornada, ya que según las autoridades de ambos países los 130 millones de pesos continuarán congelados hasta en tanto los jueces mexicanos no determinen si el dinero es de origen lícito.
La supuesta fortuna de Raúl Salinas de Gortari está dividida en dos bloques: los bienes en México y los ubicados en el extranjero.
Los primeros han resultado en un cargo por enriquecimiento ilícito en nuestro país; los segundos son motivo de una acusación penal en Francia, mientras que en Suiza no se le pudieron fincar cargos penales.
La PGR ha llegado a vincular a Salinas con un total de 289 cuentas bancarias y 123 inmuebles en México y otros seis países. Pero sólo una parte de esos bienes, equivalentes a 224 millones de pesos, han podido ser utilizados como pruebas en un proceso judicial.
En México, Raúl Salinas tiene pendiente un juicio penal por enriquecimiento ilícito que se generó hace nueve años. En marzo de 1996, como resultado de una querella de la entonces Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo, ahora de la Función Pública, la PGR acusó a Salinas por 46 inmuebles detectados en México, así como 12 cuentas bancarias en México, Estados Unidos y Suiza, y diversas participaciones accionarias en empresas, cuyo origen no justificó en su calidad de servidor público de 1982 a 1992.
La acusación original fue por 181 millones de pesos. En diciembre de 1998, el juez federal mexicano, Iram García, aceptó 112 nuevas pruebas de la PGR, por lo que el monto del presunto enriquecimiento ilícito se incrementó a 224 millones de pesos.