Un proceso de desdolarización de la economía, la causa
Destaca el Banco de México que hay mayor confianza en el peso
El gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martínez, aseguró este martes que en los años recientes ha ocurrido un "proceso de desdolarización" de la economía, que ha generado una mayor confianza en el peso "y menos paranoia" respecto al comportamiento futuro del tipo de cambio.
En un foro privado convocado por Economist Conferences, una unidad del grupo británico que edita la revista The Economist, Guillermo Ortiz calificó de "anacronismo" al Plan Nacional de Desarrollo, el esquema de planeación que por ley cada gobierno está obligado a hacer público cada seis años.
Ortiz Martínez, según la versión de su discurso ofrecida por la oficina de comunicación del banco central, aseguró que la "desdolarización" de la economía mexicana comprende no sólo a las finanzas y la deuda públicas, sino que también ha ocurrido en el sector privado. Las obligaciones totales de la banca en moneda extranjera, como proporción de su deuda total, se ha reducido a menos de la mitad en los pasados cinco o seis años. "Incluso los depósitos en dólares por parte de empresas y de residentes fronterizos también han disminuido a menos de la mitad de lo que eran hace ocho o 10 años", añadió.
Indicó a los analistas y directivos de empresas convocados por Economist Conferences: "así que esto significa que hay más confianza en la moneda nacional, hay menos paranoia respecto de cuál va a ser el comportamiento futuro del tipo de cambio, y todo este registro ha permitido ir conformando un esquema de política monetaria que ha dado una mayor seguridad, una mayor estabilidad".
Uno de los asistentes al foro preguntó a Ortiz Martínez si la política de contención de la inflación, que hasta ahora ha sido el objetivo de la actividad del banco central, provoca un freno a la economía y desempleo.
El gobernador del banco central respondió que en los pasados 50 años en México las mejores tasas de crecimiento se han creado en entornos de inflación baja, menor a 10 por ciento anual. "Así que si bien, en el corto plazo, puede existir alguna disyuntiva, algún costo en términos de actividad económica cuando hay que apretar la política monetaria para bajar la inflación, como subir tasas de interés, ciertamente en el mediano y largo plazos un entorno de baja inflación tiene beneficios enormes". Entre ellos, mencionó el repunte del crédito colocado por el sistema financiero. "Es muy engañoso el argumento de decir 'vamos a tener un poquito más de inflación para conseguir un poquito más de crecimiento'. No ha funcionado en este país, tampoco ha funcionado en ninguna otra parte del mundo".
En otra parte de su discurso se refirió a la discusión que hubo entre el banco central y la Secretaría de Hacienda después de la devaluación de diciembre de 1994 para decidir abandonar un tipo de cambio semifijo, como el que estuvo vigente hasta entonces, por uno de libre flotación, como el de ahora.
Recordó que en aquel tiempo él era el titular de Hacienda y el Plan Nacional de Desarrollo correspondiente a 1995 "lo tuve que escribir como le toca al secretario de Hacienda".
El funcionario comentó a los asistentes al foro que el plan es una especie de anacronismo, "pero hay que hacerlo porque ni siquiera es un plan y tampoco es nacional, y menos de desarrollo, pero bueno, hay que hacerlo".