Ecologistas rechazan el plan, porque se trata de un "delirio tecnológico peligroso"
Ganó Francia a Japón la batalla por la sede del reactor de fusión nuclear ITER
Tokio obtuvo un estatuto que equivale a ser anfitrión secundario del proyecto
Moscú, 28 de junio. El reactor experimental de fusión nuclear ITER, ambicioso programa internacional de 10 mil millones de euros para fabricar una fuente de energía limpia y duradera, será construido en Francia, anunciaron el martes en Moscú los socios del proyecto tras meses de negociaciones.
Los seis socios de este programa de investigación (Unión Europea, Rusia, China, Japón, Estados Unidos y Corea del Sur) firmaron una declaración común, en la cual señalan que el Reactor Termonuclear Internacional Experimental (ITER, por sus siglas en inglés) será construido en Cadarache, sudeste de Francia.
"Hoy se ha escrito una página en la historia de la cooperación científica internacional", afirmó con satisfacción el comisario europeo de Ciencia e Investigación, Janez Potocnik.
"Ahora que hemos logrado el consenso sobre la ubicación vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para concluir el acuerdo, con el fin de que la construcción pueda comenzar lo más rápido posible", agregó. El jefe de la Agencia Federal Rusa para la Energía Atómica, Alexander Rumiantsev, aseveró que eso debería hacerse "antes de fin de año".
El presidente de Francia, Jacques Chirac, se "congratuló" inmediatamente por la elección de Cadarache y anunció que visitará el lugar el próximo jueves. El gobierno estadunidense también recibió con agrado la noticia.
De igual forma expresó su satisfacción el ministro japonés de Ciencia, Nariaki Nakayama, quien estimó que su país, que defendió hasta el último momento la candidatura de la sede de Rokkasho-mura, norte de Japón, supo "preservar sus intereses nacionales" al obtener un estatuto que equivale a ser "anfitrión secundario del proyecto".
Adversarios del proyecto, entre ellos los ecologistas, sostienen que se trata de un delirio tecnológico "peligroso", "no creador de empleos en la región" y que costará miles de millones de euros (la estimación es 10 mil millones en 30 años).
"Nos oponemos a este proyecto porque es muy peligroso y no creará empleos en la región", aseguró Jean Marcon, presidente de la Asociación de Defensa del Medio Ambiente.
Para la red Abandonar la Energía Nuclear, que reúne a unas 700 asociaciones, el proyecto es "muy peligroso", ya que la manipulación del hidrógeno que se pretende hacer es aún desconocida.
Según ellos, hasta el premio Nobel de Física 2002, el japonés Masatoshi Koshiba, ha advertido que el ITER no cumplía "cierto número de condiciones", la mayoría en materia de seguridad, para convertirse en futura fuente de energía casi inagotable.