Podrían alcanzar los 40 mil millones de pesos
Consumirá la deuda de Pemex los ingresos extras de 2006
La deuda total de Petróleos Mexicanos (Pemex) es de tal magnitud que los 25 mil millones de pesos adicionales que se prevé obtenga la paraestatal a partir de 2006, derivado del nuevo régimen fiscal, son muy cercanos a los 26 mil millones de pesos que la empresa enfrentará por vencimientos de su deuda a corto plazo y que deberá cubrir antes de que culmine el primer trimestre de 2006.
La deuda de Pemex con vencimientos menores a 12 meses incluye 23 mil 300 millones en deuda documentada y 3 mil millones de pesos en notas a contratistas. De los poco más de 26 mil millones de pesos con plazo de vencimiento a un año, 19 mil 90 millones están documentados en diversas monedas, en tanto que 7 mil 261 millones está contratada en pesos.
Los informes de Pemex precisan que la deuda total consolidada, incluyendo intereses, fue de 515 mil 900 millones de pesos, equivalente a 46 mil 200 millones de dólares, que incluye deuda documentada de Pemex y algunos fideicomisos utilizados como vehículos financieros, notas a contratistas y venta de cuentas por cobrar.
De acuerdo con el dictamen a la minuta de proyecto de decreto del Senado de la República, en materia del régimen fiscal de Pemex, se prevé que la empresa obtenga al menos 25 mil millones de pesos adicionales en 2006 y gradualmente aumente en los años posteriores hasta obtener 40 mil millones de pesos anuales.
Para los analistas internos de Pemex el cambio del régimen fiscal es un primer paso positivo, pero consideraron que no es suficiente para todos los requerimientos financieros de la empresa.
Por su parte, la Mesa Ciudadana de Observación de la Energía, organización que aglutina a especialistas, académicos y ex funcionarios, aseguraron que lo que se obtuvo con el nuevo régimen fiscal propuesto para Pemex fue un régimen universal único que se aplica a toda la producción petrolera. "No se aprobó la propuesta de establecer descuentos para proyectos especiales definidos discrecionalmente entre Pemex y Hacienda".
Además se logra un régimen fiscal simplificado y transparente, porque se basa en un solo impuesto calculado con variables conocidas con la notable excepción de los costos de producción, los cuales son poco conocidos, por lo que se les sujeta a un límite. El cálculo de la recaudación federal participable es directo y los estados y municipios tienen mayor certeza en los cálculos.
Sin embargo, entre las cosas que no se lograron fue que Pemex, el sindicato y Hacienda dejen de estar obsesionados con la extracción y exportación de crudo.
Los especialistas recordaron que a lo largo de la discusión quedó claro que no quieren disminuir atención y recursos en esa actividad para compensar el descuido en otras áreas como la exploración y la quema de gas sin provecho.
Tampoco se logró que se establezca una moratoria al aumento de la producción en tanto no se cumpla con la renovación de las reservas probadas al 100 por ciento. Se proponía un techo inicial de 3.5 millones de barriles diarios para el crudo y 5 mil millones de pies cúbicos por día para el gas, es decir, congelar la producción en los niveles actuales y sus aumentos previsibles.
No se obtuvo que el gas quemado pague impuestos, porque se aprobó que el 2 por ciento de toda la producción de gas quede libre de gravamen. El régimen fiscal vigente no permite esa exención. "Es un retroceso evidente". En Estados Unidos está prohibido quemar gas de esa forma. Si no se puede consumir se debe reinyectar en la formación.