El ganado cambia el entorno forestal, argumenta SEDUE
Detienen en Chihuahua a tres rancheros por "daño ecológico"
Chihuahua, Chih., 30 de junio. Elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI)detuvieron a tres rancheros avecindados en el parque nacional Cumbres de Majalca, acusados de ocasionar daños ambientales debido a que el ganado que poseen "se come el pasto y cambia el entorno forestal" de la zona federal protegida. Luz Estela Castro, abogada de los detenidos, dijo que además hay otras 10 órdenes de aprehensión contra las esposas de los rancheros y otros posesionarios.
Estas detenciones, dijo, obedecen a represalias de las autoridades debido a que los procesados han participado en un movimiento para que la Secretaría Estatal de Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE) les permita participar en el consejo de colonos de la reserva ecológica, integrado por empresarios y políticos locales, quienes tienen residencias de descanso en ese lugar y a quienes el gobierno estatal les entregó la administración del parque nacional.
Luis Antonio Rodríguez Erives, José Ramón Rodríguez Estrada y Manuel Francisco Rodríguez Domínguez fueron internados en la penitenciaria estatal y consignados ante un juzgado de distrito bajo el expediente 120/05, sin derecho a fianza, acusados de infringir el artículo 418 del código penal federal referente a delitos ambientales, responsabilizándolos de alterar el entorno forestal de 4 mil 500 hectáreas del parque nacional, al dejar pastar 60 cabezas de ganado que poseen y mantienen en los corrales de sus propiedades, localizados en medio de la zona residencial.
En abril pasado, 20 familias avecindadas en este lugar por más de cuatro generaciones denunciaron a La Jornada el hostigamiento y las presiones de que son objeto por el consejo de colonos que administra la reserva para que saquen su ganado y abandonen sus viviendas, "que no encajan" en la colonia de casas de descanso, construida aquí por las familias adineradas de la capital del estado.
Los rancheros cuyas familias han habitado las Cumbres de Majalca, zona boscosa a 60 kilómetros de Chihuahua, libran desde hace más de un año una batalla legal con el consejo de colonos y las autoridades de ecología federales y estatales para que se les permita participar en la toma de decisiones sobre la administración del parque nacional, donde han vivido sus ancestros por más de 90 años.