Padecen casi 10 mil reclusas trato desigual en las cárceles del país: Patricia Espinosa
Inmujeres, SSP y PGR estudian preliberación de indígenas presas
En México casi "60 por ciento" de las reclusas purgan condenas por delitos contra la salud, refirió Patricia Espinosa Torres, titular del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), quien anunció que en conjunto con la Secretaría de Seguridad Pública federal y la Procuraduría General de la República (PGR) revisa cada expediente para que muchas de estas mujeres sean preliberadas.
La razón de lo anterior es que, de acuerdo con la funcionaria, un estudio de la organización oaxaqueña Rosario Castellanos, el cual fue financiado con "250 mil pesos" del fondo Proequidad, reveló que a indígenas "a partir de engaños les ofrecen trabajo en la ciudad y en las bolsas o maletas les meten droga, y al pasar por puestos policiales son detenidas".
Entrevistada durante la ceremonia de entrega de 10 millones de pesos del fondo Proequidad a 49 organizaciones civiles de 18 entidades, Espinosa sostuvo que las casi 10 mil mujeres que se encuentran en las cárceles del país experimentan un trato desigual en relación con los hombres, y que es por eso, y porque muchas purgan condenas injustas, que el instituto junto con la PGR y la SSP federal estudian la posibilidad de que algunas puedan ser liberadas anticipadamente.
Según la Comisión Nacional de Derechos Humanos, las 9 mil 611 encarceladas, en su mayoría enfrentan prácticas contrarias a sus derechos humanos, por lo que impulsará que las prisiones dispongan de servicios para mujeres, porque no sólo son violentadas sus garantías, sino también las de sus hijos, ya que no existen espacios adecuados para ellos.
La funcionaria detalló que esta denuncia de Oaxaca fue plasmada en un testimonio audiovisual titulado Tejiendo condenas; bordando libertades, en el cual se detallan las "inequidades" que padecen las indígenas que son usadas para trasladar droga. Detalló que la mayoría no tuvo defensa y fueron obligadas a firmar declaraciones, cuando ni siquiera saben leer o no les proporcionan traductores.
Sostuvo que se debe acabar con la "inequidad y discriminación" femenina en las cárceles, las cuales no están diseñadas para cubrir las mínimas necesidades de las reclusas. "No hay lugares especiales para ellas, y menos para sus hijos", lamentó, al resaltar que para mejorar las condiciones de este sector se deben revisar las leyes.
Resaltó que, a diferencia de los hombres, a los cuales la familia no los deja de frecuentar, ellas además de la condena y el estigma social sufren abandono; de los "más de los 2 millones de visitas, menos de 10 por ciento son para mujeres".
En el estudio de la organización mencionada los testimonios son "dramáticos", dijo, porque a las mujeres, además de que la pobreza en que viven las hace susceptibles de ser engañadas, se les culpa de algo que ni siquiera conocen.
Citó el caso de "una mujer a la que se le condenó a 17 años de prisión por estar en posesión 10 gramos de mariguana que le fue sembrada". Ninguna de las cárceles en las que están estas mujeres oaxaqueñas cumplen con la norma oficial para garantizar que tengan condiciones dignas de estancia.