Termina marcha de 300 niños contra el hambre; recorrieron 4 mil 500 kilómetros
División en el Partido Justicialista por desacuerdos entre Kirchner y Duhalde
Ampliar la imagen J�es hacen una pir�de humana para entretener a ni�de la agrupaci�hicos del Pueblo FOTO Efe Foto: Efe
Buenos Aires, 2 de julio. Organismos humanitarios y dirigentes recibieron a más de 300 niños del Movimiento de los Chicos del Pueblo, que recorrieron 4 mil 500 kilómetros para llegar a esta capital y exponer sus demandas bajo la consigna "El hambre es un crimen", aunque en un ambiente de vacío del oficialismo.
La marcha, que recorrió durante 11 días distintas provincias del país, es la tercera de este movimiento -apoyado por la Central de Trabajadores Argentinos y otras organizaciones- y puso color en una tarde gris al exigir el pago a una deuda social impagable desde hace muchos años.
Los niños explicaron que representan a más de 9 millones 500 mil que se encuentran sumergidos bajo la línea de pobreza en un "país rico como lo hemos visto a lo largo de nuestra marcha".
Al respecto, el Instituto de Estadística y Censo estima que 56.4 por ciento de los argentinos menores de 18 años son pobres y 23 por ciento son indigentes.
La marcha de los menores prácticamente pasó a segundo plano, en un contexto en que los medios se hallan ocupados en la carrera prelectoral para la renovación legislativa de octubre próximo, donde por estas horas se evidencian los desencuentros internos en todos los partidos, especialmente en el oficialista Partido Justicialista (PJ).
Luego de varias semanas, el gobierno de Néstor Kirchner dio por cerradas las negociaciones con seguidores de Eduardo Duhalde, ex presidente y ex gobernador de la provincia de Buenos Aires, que había sido su fuerte y complicado aliado, en un peronismo fragmentado en diversos grupos y frentes.
El ministro del Interior, Aníbal Fernández, consideró que no existía ya una posibilidad de acuerdo en la complicada interna del PJ ni en el proyecto común que se tejía con Duhalde, lo que terminó dejando en una compleja situación al peronismo de la provincia de Buenos Aires, el distrito más importante del país.
Duhalde se quedó con el nombre del Partido Justicialista y Kirchner irá en la provincia con su partido Frente para la Victoria. La lucha puso en escena a la senadora Cristina Fernández de Kirchner como futura candidata al mismo cargo por la provincia de Buenos Aires, mientras el duhaldismo agita el nombre de la esposa del ex presidente, Hilda Chiche González de Duhalde.
El ministro Fernández descartó que pudieran continuar negociaciones hacia el futuro, aunque se estima que en el PJ nunca la última palabra está dicha.
Pero la presentación de dos listas separadas de candidatos que disputarán los cargos provinciales en la elección de octubre, como se produjo anoche, parece imposibilitar otros caminos futuros.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, enfrentado también al duhaldismo, aseguró que "se cerró la posibilidad de acuerdo", desmintiendo que eso altere la gobernabilidad, como algunos analistas de derecha pronostican, "ni tampoco se alteraría la marcha de la economía".
Solá sostiene que el justicialismo no marcha dividido, sino que se ha puesto en claro "una concepción de la Argentina diferente que tienen peronistas y no peronistas que acompañan a Kirchner, por un lado, y los que están dentro de la provincia de Buenos Aires con el ex presidente Duhalde".
Aún los plazos legales permiten eventuales fusiones, pero el clima político general en la interna es muy complejo, aunque algunos cálculos indican que podría desistir la esposa de Duhalde para dejar el camino libre a Cristina Kirchner.
La lucha electoral aquí es muy fuerte, con golpes bajos, inclusive de Elisa Carrió, dirigente del Alternativa para una República de Iguales, quien llegó a la escena política criticando las guerras sucias y ahora se ha reciclado en una figura elegante que usa los métodos de los viejos políticos y disputa la senaduría de la capital.
Las denuncias cruzadas, sin embargo, siguen siendo observadas a distancia por la sociedad en general, que observa además la fragmentación de la centenaria Unión Cívica Radical y cómo algunos partidos se disputan figuras extrapartidarias, armando un mapa político muy complicado.
En la próxima semana habrá novedades a lo largo de todo el país y seguirá definiéndose este curioso y enredado tablero que ha dejado muy lejos el esperanzador estallido de 2001.