LOS DE ABAJO
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CRIMINALIZAR LA POBREZA, convertir en delincuentes a los hombres y mujeres que trabajan y se mueven en las calles, ha sido tradición de la derecha. Hoy, paradójicamente, es también estrategia y acción de gobiernos latinoamericanos supuestamente de izquierda.
En Argentina, por ejemplo, se aprobaron las modificaciones al Código Contravencional, con el fin de sancionar con multas y prisión a quienes no tienen otra opción que salir a trabajar a las calles. Esta medida provocó el rechazo de miles de personas que protestaron y gritaron frente a la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires hace exactamente un año. ¿La respuesta? La represión y la cárcel.
La simbólica protesta fue convocada por la Coordinadora contra el Código Contravencional, que aglutina a organismos de derechos humanos, asentamientos populares, movimientos de gays, lesbianas, travestis, transexuales y transgéneros, vendedores ambulantes, cartoneros, piqueteros, estudiantes y partidos de izquierda.
Cuando comenzó la movilización, se cerraron las puertas de la Legislatura y se prohibió a los particulares ingresar al recinto para presenciar la sesión en la que se aprobarían las reformas. Poco antes del mediodía, un grupo de 40 personas que llevaban sus rostros tapados y no pertenecían a ninguna de las agrupaciones convocantes, comenzó a arrojar piedras contra la puerta principal de la Legislatura.
Durante cinco horas la zona fue un territorio liberado, para regocijo de las cámaras de televisión. Cuando todo había terminado, policías de civil y sin identificación detuvieron a 15 personas en los alrededores del recinto. Hoy se cumple un año desde que esos 12 hombres y tres mujeres están presos. Ellos y ellas son: Carmen Ifrán, Marcela Sanagua, Margarita Meira, Pablo Martín Armitrano, Carlos Santamaría, Eduardo Suriano, Adolfo Sánchez, Fabián Scaramella, Horacio Ariel Ojeda, Jorge Nievas, Eduardo Ruiz, Héctor Gómez, Aníbal Fortuny Calderón, Antonio Medina y César Gerez.
Las acusaciones -privación ilegítima de la libertad, coacción agravada y daño agravado- fueron confirmadas por la sala quinta de la Cámara del Crimen, en un fallo basado en las declaraciones de los policías que participaron en las detenciones. Los hechos fueron forzados hasta encuadrarlos en figuras penales no excarcelables, lo cual representa una violación inaceptable de los derechos constitucionales.
Son los de abajo las víctimas de las nuevas leyes y son ellos y ellas las víctimas de la represión. Son ellas las que permanecen injustamente presas y son miles de personas las que se solidarizan con su causa y exigen su liberación. El próximo 16 de julio se cumple un año de esta arbitraria detención y los familiares y compañeros de los detenidos llaman a la solidarizarse con ellos y a exigir, junto a ellos, su libertad y el fin de la criminalización de la pobreza.
Las firmas de solidaridad se reciben en el correo electrónico [email protected]. Por Carmen, Marcela y Margarita y por los 12 compañeros presos políticos de Néstor Kichner.